McLaren-Honda-Renault-Red Bull. Un acuerdo a cuatro bandas que tiene pocos precedentes en la Fórmula 1 moderna, más bien conservadora a la hora de afrontar los grandes cambios en el deporte. La segunda escudería de siempre puede romper con uno de los principales fabricantes de la industria del automovilismo. Y Red Bull debe romper con Renault para permitir que Honda suministre motores a Toro Rosso. Las consecuencias, enormes para todas las partes, pueden reforzar también a los pilotos españoles. ¿Quién gana y quién pierde con el cambio?
Carlos Sainz: sale beneficiado el madrileño con la posibilidad de pilotar un Renault en 2018. En Red Bull no llegaba la oportunidad de subir al primer equipo sin que se marcharan Verstappen o Ricciardo, algo inverosímil a medio plazo. Y salir de la órbita de la empresa energética parecía complicado si no lo hubiera motivado esta negociación: como ya informó AS, Red Bull cede su contrato a Renault como indemnización por romper con ellos antes de tiempo.
Red Bull: quedan en una posición privilegiada. Por un lado, su escudería seguirá cerca de Mercedes y Ferrari el próximo año mientras les propulse el motor Renault. Por otro, ellos seguirán de cerca los progresos de Honda en su equipo filial, Toro Rosso, con la esperanza de que los japoneses den con la clave, sean competitivos y puedan suministrar también al primer equipo. En Red Bull no quieren compartir motor en el futuro con un equipo oficial como Renault y con otro top como McLaren.
Honda: quizás dan un paso hacia atrás al perder la confianza de McLaren, pero en Sakura siempre han pedido tiempo y han confiado en que ganarán, aunque no sepan cuándo. Con McLaren siempre hubieran estado en el foco y más si el principal piloto de Woking es Fernando Alonso. Con Toro Rosso les llegará la esperada tranquilidad y nadie se llevará las manos a la cabeza si se suceden los abandonos o las penalizaciones. Y con tranquilidad pueden llegar los progresos. Además, habría sido mucho peor para ellos salir por la puerta de atrás de la Fórmula 1.
McLaren: se la juegan. De concretarse su adiós a Honda, perderán su principal aporte económico, 100 millones de euros de su presupuesto y los motores gratis. Necesitan mantener a Alonso y también a patrocinadores que hagan frente a ese agujero y necesitan resultados que justifiquen el cambio. Con el motor de Renault esperan estar a la altura de Red Bull. Pero ya no podrán echar la culpa a Honda si los podios están demasiado lejos. Con su próxima temporada podrá comprobarse si ganaron o perdieron con el cambio.
Fernando Alonso: si decide firmar un nuevo contrato con McLaren estará ante la oportunidad de volver a pelear en la zona noble de la Fórmula 1. Él mismo dice que Red Bull consiguió cinco podios consecutivos con un motor de Renault y han ganado grandes premios en los últimos años de dominio de Mercedes. Sin Honda se rompe uno de los lazos con la Indy 500, porque el McLaren Andretti llevaba propulsor japonés y allí no hay muchas más opciones, ellos o Chevrolet. Aun así, McLaren parece interesada en volver a las 24 Horas de Le Mans si los presupuestos se controlan y las marcas se acercan de nuevo al WEC. La Triple Corona sigue siendo un objetivo.
Renault: ganan un piloto cotizado en la Fórmula 1, Carlos Sainz, que hará pareja con otro bien valorado, Nico Hulkenberg. Pero se acabó su periodo de adaptación, en 2018 se les espera más cerca de los mejores y su motor debe permitir a Red Bull y McLaren medirse con Ferrari y, por qué no, Mercedes. Y son dos clientes particularmente exigentes, además de que ellos, como escudería oficial, deben estar a su altura.
Toro Rosso: siempre salían perdiendo en todos los repartos. Primero con un motor Ferrari que no evolucionaba, ahora con un motor Renault que no permitió dar el salto de calidad esperado. Y también mostrando que su chasis no era lo que prometía y que no toda la culpa era de la falta de evoluciones en sus unidades de potencia. Al menos ahora tendrán algo que les hará únicos, un motor Honda. Queda por ver si la entrada de Sakura alterará el programa de Red Bull con la llegada de un piloto japonés.
Fórmula 1: en esta era de cambios con la entrada de Liberty, no podían dejar escapar a uno de los principales fabricantes de la industria del automóvil como es Honda. Habría sido difícil atraer a nuevas marcas mientras los japoneses se marchan por no poder desarrollar un motor híbrido al nivel de los grandes.