-A finales de 2016 le preguntamos si veríamos al mejor Rafa Nadal en 2017 y dijo que no lo sabía. ¿Esperaba tanto de esta temporada?
-Yo no espero, solo intento hacer las cosas de la mejor manera cada día. Y después las cosas salen de una forma o de otra, y uno las acepta como vienen. Todo ha salido fantástico y estoy muy feliz y agradecido por todo lo que me ha pasado. Uno está preparado para asumir lo bueno y lo malo.
-Nunca se le ha oído reprochar nada a nadie por los comentarios que se hicieron sobre usted en 2015 y el año pasado cuando no ganó ningún Grand Slam. ¿En algún momento ha pensado en eso ahora que todo le va bien?
-No, porque soy una persona sin ánimo de revancha y sin rencor, cero problemas con eso. Siempre digo una cosa, si son opiniones con respeto no tendré nada que decir. Como yo hablo siempre de manera respetuosa, a mí me gusta que hagan lo mismo conmigo. Intento tratar a los demás de tú a tú y con respeto por su trabajo. Tú te puedes equivocar haciendo las cosas, pero si las haces de buena fe y te esfuerzas al máximo, pues no se hable más. Y yo igual, si hago las cosas de la mejor manera posible y no salen como yo quiero, pues será que no es suficiente. Seguiré trabajando para hacerlo mejor.
-¿Y ahora como lleva los elogios?
-Ni la exageración de elogios cuando las cosas van bien me encanta, ni la exageración de negativismo me gusta si me va mal. Soy una persona estable, ni estoy muy para abajo cuando vienen mal dadas ni muy arriba cuando todo funciona. Soy consciente de que un día se acabarán las cosas positivas que me han pasado, y bienvenidas sean porque han sido muchas más de las que hubiera soñado. Tampoco estoy obligado a hacer más. Uno encara los problemas con la ilusión de superarlos. Unas veces se consigue y otras no.
-En pocas palabras, ¿cómo se ha forjado ese carácter suyo tan disciplinado y a la vez insaciable?
-Tampoco soy insaciable… Vivo el deporte con pasión en general, no solo el tenis. Intento dar mi máximo. Las personas que he tenido a mi lado me han ayudado a conseguir los éxitos. Padre, madre, mi tío, familia, equipo, entorno. Luego he tenido la suficiente inteligencia para dejarme aconsejar en todo momento. Hay gente que cuando está muy arriba solo le gusta escuchar las cosas bonitas. Y en mi caso, la gente que tengo alrededor sabe que es libre para decirme lo que piensa. Luego yo estaré de acuerdo o no, pero nadie tiene miedo a decirme si algo va mal.
-Ya lo ha ganado todo, ¿pero en 2018 le gustaría repetir por fin en Australia?
-Llevo varios años con esa ilusión, pero por una u otra circunstancia no se ha podido conseguir. Gané una vez y he perdido tres finales. Intentaré prepararme lo mejor posible para llegar bien y tener otra oportunidad.
-¿Cómo cree que puede ayudar al tenis español que usted y Garbiñe Muguruza sean número uno del mundo a la vez?
-El tenis español lleva muchos años triunfando, en lo más alto. Desde hace un tiempo, los jugadores buenos están saliendo un poco con cuentagotas, se ha roto esa dinámica de tantos tenistas de nivel que iban saliendo. Confiemos en que esto sea otra inyección de energía positiva para reactivar la tradición tenística en nuestro país, las academias, las escuelas… para creer que podemos tener jugadores del máximo nivel.
-¿Cómo manejó usted en el pasado la situación de líder del ranking que ha recuperado ahora?
-Nunca me he planteado ser uno, dos o tres. La situación no me cambió. Mi objetivo es siempre el próximo torneo, ser competitivo cada semana. En eso estoy. A veces lo llevé mejor y otras peor a nivel de juego, pero esencialmente no cambió nada. Pude ser número uno otras veces. Pero me lesioné, como en 2009 que me fastidié la rodilla; o en 2012, que tenía muchos puntos de ventaja, o 2014 cuando me volví a hacer daño. Perdí años, pero no tengo ni la más mínima queja denada, porque no estoy en condiciones de pedir más.
-Dos Grand Slams para usted y dos para Roger Federer. Como en los viejos tiempos…
-Era muy improbable que ocurriera lo que ha ocurrido, que Federer después de tantos años sin ganar un Grand Slam, haya ganado dos este, y con 36 años viniendo de una lesión. Y yo, un poquito lo mismo. Llevaba unos años sin lograr ganar un Grand Slam, saliendo de problemas continuados con lesiones. Pero bueno, al final las dinámicas cambian y estando sano se ha dado un poquito de todo. Se han juntado un cúmulo de circunstancias que nos han llevado a ese camino y por suerte hemos hecho un año fantástico tanto uno como otro. Es para estar muy satisfechos.
-¿Y piensa que podrá alcanzar o superar los 19 Grand Slams de Federer?
-Estamos siendo los dos mejores jugadores del año y estoy feliz por seguir luchando por cosas importantes a una edad avanzada. Pero yo no pienso en los títulos de Federer. No pienso en si ha ganado dos títulos o veinticuatro. A mí me motiva mi carrera, no la de los demás. Soy feliz haciendo lo que hago, no miro a los otros porque si no, uno podría estar siempre frustrado. Siempre hay gente que tiene más dinero que tú, siempre hay gente que tiene más casas que tú, o un barco y hay alguien que lo tiene más grande. La vida no consiste en eso. También consiste en conformarse y ser feliz con ello. Conformarse no significa no querer más, pero uno no puede estar mirando siempre alrededor. No necesito pensar en si cogeré a Federer para motivarme. Voy a seguir trabajando y luchando para intentar conseguir más títulos sin pensar en los demás.
-¿Qué planes tiene para estos días?
-Espero que tengamos aún buen tiempo en casita (ayer por la tarde voló hacia Mallorca, donde estará con los suyos) y pueda disfrutar un poquito del mar. Creo que unos días de descanso tendré. No es que físicamente esté destrozado, pero a nivel mental, para encarar la última parte del año viene bien desconectar un poquito. (El número uno tiene previsto participar en la exhibición de la Copa Rod Laver en Praga entre el 22 y el 24 de septiembre y luego en los torneos de Pekín, Shanghai, Basilea, París-Bercy y el Masters de Londres, para el que ya está clasificado).