Max Verstappen es duro y agresivo en la pista y tiene un carácter muy directo. El piloto más joven en ganar un gran premio de F1 tiene prisa por ganar y empieza a dudar si Red Bull es el lugar para hacerlo. El pasado fin de semana estuvo en la cita del DTM en Zandvoort y en sus declaraciones a la Prensa dejó clara su postura para el futuro: quiere seguir en el equipo energético… siempre que le proporcionen opciones reales de ser campeón del mundo.
“Siempre he dicho que no hay ninguna razón para salir de Red Bull si tengo un coche competitivo. En este momento no estamos donde quiero estar, pero eso no significa que vaya a marcharme ya. Debo trabajar duro, pero si no mejoramos en dos años sería una historia diferente. Estamos trabajando para mejorar y vamos a ver qué pasa en el futuro”, explicó Max que termina contrato en 2019 y sería un aviso a navegantes que quisieran pescar para 2020.
El piloto nacido en Bélgica hace 19 años asegura que en Milton Keynes trabajan duro, pero al igual que lo hacen en el resto de fábricas: “Seguimos desarrollando el coche, pero todos los equipos lo hacen. Así que tenemos que asegurarnos de hacerlo un poco más rápido y, por supuesto, mejor. Tenemos que asegurarnos de que nuestro coche va en la dirección correcta. Cada fin de semana de carrera es un poco diferente y eso me sorprende para ser honesto».
¿Y qué espera para las próximas citas? «No sé qué esperar, será muy difícil competir contra Mercedes y Ferrari. Entre ellos la hegemonía cambia cada fin de semana. Espero unos Mercedes muy fuertes en Spa porque su unidad de potencia sigue siendo la mejor en la pista, pero Ferrari está muy cerca”, finalizó el neerlandés de 19 años.