Muguruza reina y podrá ser número uno en Nueva York

El torneo perfecto culminó con una tormenta perfecta. La que descargó Garbiñe Muguruza en el Lindner Family Tennis Center sobre Simona Halep, a la que derrotó por 6-1 y 6-0 en 56 minutos para llevarse el Premier 5 de Cincinnati. El quinto título de su carrera en ocho finales, y segundo del año tras Wimbledon. En una semana, desde el 28 de agosto, arranca el US Open en Nueva York, y bajo los focos de Flushing Meadows una jugadora brillará como favorita más que ninguna otra, la española.

Fue una victoria de número uno. Tremenda y exprés. El primer set se liquidó en sólo 23 minutos con dos roturas, cediendo sólo cinco puntos con su saque. Con 4-1 en el marcador, la rumana pidió el consejo de su entrenador, Darren Cahill, y se le escapó una frase que definía su impotencia y el estado de forma de la jugadora nacida en Caracas: «No creo que pueda remontar».

En el segundo, ‘Mugu’ fue un relámpago para colocarse 3-0 y supo templar el brazo cuando Halep dispuso de dos bolas de break en el cuarto juego, que se extendió más de diez minutos. La rumana acabó desesperada y rendida. 

Además del título, en la final de Cincinnati se estaba ventilando también en cierto modo quién puede dominar el circuito a final de año en ausencia de una embarazada Serena Williams. En semifinales, Muguruza había arrollado con una exhibición a la todavía número uno, Karolina Pliskova, con quien había perdido seis veces seguidas. Eso, ponía el cetro en bandeja a la rumana, número dos, y que debía alzar el título. Se lo impidió una jugadora en estado de gracia, que este lunes aparecerá como tercera de la WTA y tendrá opciones matemáticas en el US Open, donde sólo defiende 70 puntos, de colocarse en lo más alto con 23 años.

Garbiñe ya es primera de la Race, la clasificación del año que marca los puestos para las WTA Finals. Halep queda, además, tocada. En Roland Garros y Wimbledon ya pudo conquistar el número uno y falló. La rumana parece abonada al papel de ‘loser’ en momentos clave.

El juego desbocado y poderoso de Muguruza parece haber encontrado el contrapunto del equilibrio mental. En Cincinnati, además de con Halep y Pliskova, pudo con Madison Keys tras tres derrotas. Y con Svetlana Kuznetsova, la número ocho, que le llevó a un duelo durísimo a tres sets. El futuro se escribe con ñ. La de Garbiñe. Y el US Open asoma.

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