“Cuando la antipolítica también decepciona, la gente se va de la democracia”

SANTO DOMINGO. Rafael Rubio es profesor de Derecho Constitucional en la Universidad Complutense de Madrid (España), pero su fuerte está en las investigaciones que ha desarrollado en los últimos años sobre la incidencia de las nuevas tecnologías en la democracia y la participación política en medio de todo ello.

En días pasados visitó la República Dominicana para dictar clases en el programa de Liderazgo para la Gestión Pública que ofrece el Barna Management School. Allí habló sobre el papel de los gobiernos en las redes sociales y de cómo deben aprovechar que la gente está hablando entre sí en esos espacios para escucharla y adaptar sus políticas a las necesidades de las sociedades.

-¿Pueden los gobiernos crear lazos con la población a través de las redes, por ejemplo?

Las tecnologías han cambiado de una forma muy profunda a la sociedad y ese es un elemento muy importante. A veces nos centramos mucho en la parte del canal de comunicación, sin darnos cuenta de que ese canal ya ha cambiado a la sociedad y eso exige a los gobiernos no solo comunicarse a través de unos canales diferentes, que serían las redes sociales, sino comunicarse e, incluso, actuar de una manera diferente. Las exigencias actuales de la sociedad, y aquí mismo se está viendo, son mucho más serias, mucho más grandes, y la sociedad le exige a los gobiernos nuevas demandas que son a las que el gobierno tiene que dar respuesta. Y ahí está el gran impacto tecnológico en la política. A partir de allí las redes pueden ser una herramienta para responder, no solo desde el punto de vista de la distribución de la información institucional, sino desde el punto de vista de la escucha, de hacer gobiernos más transparentes, más colaborativos, más participativos, y las redes son la herramienta perfecta para ello.

—¿Eso sería como un complemento a la comunicación tradicional?

Hay un elemento de cambio cultural, y esto lo decía muy bien Manuel Castells, porque en el momento en que la tecnología y la información se han convertido en la materia prima del siglo XXI, los gobiernos, para mantener el poder, necesitan sobre todo manejar la información, necesitan la comunicación como gran herramienta. ¿A partir de allí las redes sociales, que son canales de comunicación, son complementarias? Evidentemente, como lo puede ser un teléfono, pero generan o pueden generar un cambio cultural que afecta la esencia de la institución. Por eso, siendo complementarias, tienen en mi opinión un impacto esencial.

—¿Incluso en países donde el alcance de esas redes es limitado?

Lo que se está produciendo de verdad es ese cambio cultural. Por ejemplo, la Marcha Verde… Todo lo que se está generando aquí con la Marcha Verde sería impensable sin la tecnología. Aunque no se use la tecnología, la tecnología está cambiando a la sociedad. Gente que no tiene acceso a las redes o que no las usa hoy trata o percibe al gobierno de manera distinta, aunque ellos lo sigan haciendo de manera analógica. Me parece que uno de los elementos fundamentales para afrontar la tecnología en el gobierno es entenderlo desde esa perspectiva más general, no solo como una herramienta de distribución de información. Creo que a los propios medios de comunicación les ha pasado lo mismo desde hace mucho tiempo y ¿cómo aprovechaban la tecnología los medios? Simplemente como difusión de la información, pero luego la tecnología afectó a todas las fases de los medios…. La captación de información, el almacenamiento, la ordenación. Y creo que hoy en día si le preguntas a un medio de comunicación, quizás la parte de la difusión de información es la menos importante. Creo que a los gobiernos les pasa lo mismo. O sea, es cierto que la brecha digital es un gran obstáculo para la distribución de información, pero es que las redes no son un medio de comunicación, son un canal. Se parecen más a un teléfono que a una tele. Por tanto, se irán generando redes fundamentalmente de comunicación personal, y ahí es donde los gobiernos tienen que incidir y entrar dentro de las redes de comunicación personal y lograr que las personas transmitan los mensajes del gobierno.

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