Uno de los asuntos que más polémica está suscitando durante el Mundial de Fórmula 1 2017 es la quema de aceite como combustible para generar una mayor potencia y depender menos de la parte eléctrica en los momentos clave de la Q3.
Una técnica que la FIA calificó públicamente como ilegal a principios de la temporada tras ser consultada por diversos responsables técnicos acerca de lo que estaba o no permitido. Una aclaración que tuvo su continuidad en el Gran Premio de Azerbaiyán 2017. Desde Bakú, este organismo ha intensificado los controles para asegurar que nadie incumple esta normativa.
Ahora, la FIA ha impuesto un nuevo límite de consumo de aceite a partir del Gran Premio de Italia 2017. En un comunicado, la máxima institución del motor asegura que tras haber analizado el rendimiento de los motores en la primera mitad del año, establece que ningún motor podrá consumir más de 0.9 litros de aceite cada 100 kilómetros.
«Entendemos que algunos participantes tengan dificultades para cumplir con el límite de 0.6L/100 km este año y existe cierta tolerancia con las unidades de potencia en uso. Sin embargo, se establece que el consumo de aceite de cualquier motor de combustión que se monte a partir de Monza tiene que estar por debajo de los 0.9L/100 km, y cualquier cifra por encima será sospechosa y puesta bajo investigación como una posible violación del Reglamento Técnico», declara Marcin Budkowski, el delegado técnico de la FIA.
De igual modo, Budkowski asegura que en 2018 serán «más estrictos» a la hora de verificar que ningún propulsor supera los 0.6L/100km, límite que fue aceptado por Mercedes, Ferrari, Renault y Honda a principios de temporada.