Con brillo propio como el Astro rey


Negada la etiqueta de All-Star, Marwin González se enfoca en no dejar pasar la Serie Mundial CARACAS.- Marwin González merecía ser el séptimo Astro en el Juego de Estrellas, pero hasta la oportunidad de formar parte de la papeleta de cinco jugadores para optar por el último cupo en el equipo de la Liga Americana le fue negada.
Nadie puede criticar al venezolano por tener mejores cosas que hacer que encender el televisor y ver un clásico que injustamente lo ignoró.
“Para nada”, le respondió González al Houston Chronicle al ser cuestionado de si observó el desafío de luminarias que tuvo lugar en Miami. “Fue un descanso ideal. Bueno en lo mental y en lo físico alejarse un poco del beisbol”.
Interrogado más a profundidad, el utility de Houston admitió que espera que la historia sea distinta en el futuro.
“Está fuera de mis manos. Hago lo que puedo y lo que puedo hacer es salir al campo, entregar todo lo que tengo y dar lo mejor por mi equipo. Es lo que he estado haciendo toda la temporada. Espero jugar por un largo tiempo y ojalá tenga más chances en el futuro”.
Con el Juego de Estrellas en el pasado, González regresó a la acción el viernes como si nunca se hubiese detenido. El nativo de Puerto Ordaz, quien culminó la primera mitad con promedio de .308, 16 cuadrangulares y 53 remolcadas, se fue de 5-3 con jonrón y dos fletadas frente a los Mellizos para así abrir la segunda etapa.
“Fue el MVP de la primera mitad para nosotros”, aseguró el torpedero Carlos Correa. “No solo sus números ofensivos, pero el hecho de que juegue todas las posiciones, es demasiado valioso. Eso es lo que ‘jugador valioso’ significa para mí y lo ha sido aún más dentro del clubhouse”, agregó.
Si bien no hubo parada en la alcabala de Miami, la meta de González nunca ha sido detenerse en julio, sino en octubre. Con unos Astros que llegaron a la jornada de ayer con el mejor récord de toda su liga (61-29) y con 16 juegos y medio de ventaja sobre su más cercano rival divisional, la alcabala de la Serie Mundial luce cada vez más clara. Nada es seguro, González lo sabe, excepto que el clásico de otoño, ese sí que no ignora a los mejores.

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