Vettel no está solo, también tiene quien le defienda

La mayoría coincide en condenar su comportamiento, pero hay un pequeño reducto de voces en el paddock que le defienden. A pesar de hacer una de las maniobras más injustificables de los últimos años en Bakú, Vettel no está a solo. Hay quien piensa que la actitud del alemán fue lógica, una reacción comprensible después de que Hamilton intentara provocarle desacelerando bruscamente mientras el Safety Car tomaba el camino de regreso al pit lane. Aquí van dos ejemplos, sí, solo dos, pero que resuenan mucho.

El primero es Bernie Ecclestone. Le quitaron el mando de la Fórmula 1, pero no la voz. Opina siempre que puede y ahora lo hace para culpar a Lewis, su campeón favorito de la última era. «En lo que respecta al incidente de Hamilton y Vettel, estas cosas suceden en las carreras. Creo que Hamilton estaba tratando de poner a Vettel en problemas al frenar y hacer que el accidente ocurriera. La reacción de Vettel fue normal para hacer saber a Hamilton que era consciente de ello», dice en ‘FormulaPassion’.

Y el otro es Jackie Stewart. Desde una visión menos radical que la que suele tener Mr. E, el escocés también ve culpable a Hamilton: «Lo que creó el incidente es lo que ocurrió cuando Lewis desaceleró tan rápido en un lugar muy improbable. Hay que tener eso en cuenta. Fue un shock para Sebastian, y por eso se puso junto a Lewis para preguntarle ‘¿qué demonios estás haciendo?». También hay que tener en cuenta que la FIA, con la telemetría en la mano, no sancionó a Lewis porque no frenó más de lo debido.

Sin embargo, Stewart no justifica la reacción de Seb. «Lo que Vettel hizo fue, sin duda, chocar con Hamilton. Eso no tiene cabida, no hay excusa y está mal. Es un comportamiento inapropiado, pero sería muy simple poner toda la culpa en un hombre. Lo que inició el mal comportamiento fue lo que pasó antes», insiste en ‘City AM’. Dos opiniones que reman contracorriente ante otras como las de Ricciardo: «Seb a veces no piensa antes de actuar probablemente impulsado por la pasión y el hambre. Tiene que contenerse».

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