Ni el mejor consejero matrimonial del mundo podría evitar el divorcio de McLaren y Honda. Solo un milagro que no se contempla haría que la unión que se retomó en 2015 perviviera durante una temporada más. Los de Woking se han cansado tanto de recibir motores que no son ni competitivos ni fiables como de la filosofía de trabajo japonesa tan metódica y hermética. Ya están hablando con otros motoristas, principalmente Mercedes, para apartarse de tanto suplicio, y en caso de que suceda, Honda no se quedaría sola.
Y es que Williams heredaría el puesto de McLaren como cliente principal de los nipones. Esa es la posibilidad de la que habla el diario suizo ‘Blick’, la de que el equipo de Grove rompa su relación de cuatro años con la marca de la estrella para volver a llevar coches propulsados por Honda, como hicieron de 1983 a 1987, época en la que ganaron dos títulos de Constructores y uno de pilotos con Nigel Mansell. De este modo, con un sustituto garantizado, McLaren tendría vía libre para buscar el camino hacia el éxito lejos de Honda.
En caso de producirse esta asociación entre británicos y japoneses que también avoca al pasado, lo que no cambiaría es el compromiso de Sauber con Honda. A finales de abril se hizo oficial que la formación suiza pasaría a llevar las unidades de potencia de Sakura a partir del año que viene como segundo equipo cliente de los nipones, y así seguirá siendo aunque el nombre del equipo principal de Honda sea otro. Los rumores dibujan el siguiente panorama: Williams número 1 de Honda, Sauber número 2 y McLaren con Mercedes. ¿Acertarán?