SANTO DOMINGO.El envió la cárcel a cumplir medidas de coerción de destacados dirigentes de los partidos tradicionales acusados de recibir sobornos de la empresa brasileña Odebrecht, éticamente deja mal paradas a las principales organizaciones políticas.
La acusación contra los imputados obligará a los partidos tradicionales a revisarse para evadir el cuestionamiento que le formula la sociedad en cuanto a ética se refiere y salir del mismo lo menos golpeado.
La partidocracia tradicional, integrada por los partidos Revolucionario Moderno, Revolucionario Dominicano y de la Liberación Dominicana, está hoy cuestionada tras el pago de 92 millones de dólares en soborno por la Odebrecht.
Es la primera vez que los partidos principales del sistema se ven cuestionados simultaneamente por un caso de corrupción tan fuerte. El oficialismo tiene afectada la imagen y credibilidad, con el apresamiento del exministro de Industria y Comercio, Temístocles Montás.
Los apresados de los diferentes partidos han recibido la solidaridad de sus compañeros con la visita a la cárcel preventiva del Palacio de Justicia de Ciudad Nueva, lo que en distintos estratos sociales no ha sido bien visto debido a que lo consideran un apoyo a conductas erradas.
El viernes pasado el expresidente Hipólito Mejía visitó la cárcel preventiva del Palacio de Justicia de Ciudad Nueva donde seguro tiene amigos no solo de su partido, previamente una comisión del comité político del PLD, encabezada por Reinaldo Pared Pérez hizo lo mismo cona Temístocles Montás.
A propósito del apoyo dado por el PRM y el PLD a sus dirigentes detenidos. El PRD que tiene detenido al exdiputado Radhamés González, pero oficialmente no se ha pronunciado sobre el caso.
¿A tiempo?
Analistas políticos entienden que los partidos afectados en su credibilidad e imagen tendrán que iniciar un programa para recuperar la misma con tal de que le afecte lo menos posible en las próximas elecciones generales.
A tres años de la próxima contienda electoral se considera que es un tiempo prudente en que las organizaciones pueden recuperarse del golpe recibido adoptando los correctivos necesarios.
Los partidos están en obligación de asumir nuevos patrones de conducta frente a la corrupción, so pena de ser sustituidos por otras organizaciones emergentes como ocurrió en otros países, entre ellos Venezuela.
Se reciclará el PRM
El PRM, que emergió a la escena política en las elecciones pasadas tras diferencias con gran parte de su dirección con Miguel Vargas Maldonado, que finalmente apoyó al partido morado, fue afectado con el apresamiento de su presidente, Andrés Bautista y varios dirigentes.
Otra figura de gran relieve del PRM que se encuentra involucrado en el expediente Odebrecht es el vocero de los diputados Alfredo Pacheco, que a su vez es secretario general de la organización en la capital y César Sánchez.
Bautista no ha enviado su carta de renuncia tras la oficialización de su encarcelamiento con seis meses de medida se coerción y en cualquier momento podría ser sustituido por otra figura.
Lo mismo ocurre con Pacheco, considerado un eterno aspirante a la alcaldía de la capital. En los próximos días su organización debe adoptar una decisión para ser sustituido de la vocería en la Cámara de Diputados.
El Partido de la Liberación Dominicana fue afectado con el apresamiento de los senadores, Julio César Valentín y Tommy Galán. Además el histórico dirigente,Temístocles Montás exministro de Industria y Comercio.
El golpe a la imagen del peledeismo es fuerte porque se había mercadeado como un partido anticorrupción, diciendo que completaría la obra de Juan Pablo Duarte y hoy está seriamente afectada su imagen.
Montás aspira en las elecciones pasadas a obtener la nominación a la Presidencia de la República y seguro que luego del caso Odebrecht estas aspiraciones se verían afectadas.
En el peledeismo se considera que es muy difícil que los legisladores involucrado en el expediente vuelvan a optar por un cargo electivo en sus respectivas comunidades.
El PRD
Es la tercera fuerza que tiene detenido al diputado Ruddy González que fue vocero en la Cámara Baja, que aún no ha recibido el aliento de su organización.
El perredeismo, que hoy ha sido subsumido completamente por el gobierno, no ha emitido ninguna opinión sobre el caso Odebrecht.