La Fórmula 1 lleva visitando el circuito Gilles Villeneuve desde 1978, pero hubo un tiempo en el que no solo iba a Montreal para correr en el asfalto… El circuito canadiense está enclavado en la isla de Notre Dame, creada artificialmente por las rocas extraídas de las excavaciones del metro de la ciudad y que se utilizó en los Juegos Olímpicos de 1976 para las competiciones de remo y canoa. Aprovechando el canal olímpico, durante la década de los 90 la F1 se inventó una divertida competición que Liberty Media trae de vuelta este año.
Así se presenta la conocida como ‘Raft Race’: «Es el campo de batalla de ingeniería más intenso del mundo, un deporte en el que los más poderosos supercerebros del planeta ponen a prueba su genio en una arena donde sólo los héroes más fuertes pueden esperar hacerse con el botín. ¿Qué? ¿Creías que se trataba de F1? Nah, cualquiera puede hacer eso. Nos referimos al resurgimiento de uno de los desafíos más difíciles de nuestro deporte. Sí, traemos de vuelta a Montreal la gran carrera de balsas».
Como bien se puede imaginar viendo la descripción y el cartel promocional del evento, la ‘Raft Race’ es una carrera de balsas en la que los equipos compiten con sus propias creaciones que imitan a los monoplazas de la parrilla. Así, armados con remos y subidos en unos coches que en lugar de rodar, flotan, los miembros de las escuderías se echarán al agua de Montreal como hacían en los viejos tiempos. La cita será mañana sábado a las 19:00 hora local (1:00 en España) y promete dejar estampas curiosas a la par que divertidas.