Fue el mejor fin de semana en lo que va de temporada para McLaren hasta que en la vuelta 61 todo cambió drásticamente. Primero Jenson Button provocó un accidente intentando adelantar a Wehrlein en la entrada del túnel. El Sauber del alemán se impulsó sobre las ruedas delanteras del británico y terminó adosado al muro verticalmente, afortunadamente sin consecuencias físicas para el piloto. Eso destrozó también la dirección del McLaren número 22, carrera acabada después de haber marchado último durante toda la jornada.
Y justo cuando se marchaba el safety car por el citado accidente, Stoffel Vandoorne se fue contra las protecciones de Santa Devota en la salida lanzada defendiéndose de Sergio Pérez (Force India). Era décimo, iba a sumar el primer punto del año para la escudería de Woking, y realmente en este gran premio los MCL32 habían dado síntomas de ser competitivos. Pero tampoco llegó. Esta vez no fue por culpa de Honda, sino por errores de sus pilotos.