SANTIAGO.-El sometimiento a la justicia de dirigentes y legisladores de tres de los partidos políticos más importantes de la República Dominicana, no solo es un duro golpe para esas organizaciones y demuestra la debilidad institucional.
Igualmente, el PLD, PRM y PRD tienen ante el caso Odebrech con el procesamiento judicial de algunos de sus miembros una oportunidad para poner a prueba la institucionalidad partidaria.
La judicialización del caso que involucra los sobornos de Odebrecht para aprobar y asignar obras en diferentes instancias del Estado, es una muestra palpable de la vulnerabilidad de los partidos ante dirigentes que fácilmente pueden ser corrompidos.
Sin embargo, prácticamente todos de los l4 detenidos e investigado en el proceso de Odebrecht han defendido su honorabilidad.
Desde hace años el país viene con una preocupación sobre la procedencia de los fondos de las campañas políticas y la riqueza que exhiben muchos de ellos, la que a juzgar por el procurador Jean Alain Rodríguez, no pueden justificar.
Evidentemente, que el país tiene ahora una oportunidad de iniciar un proceso de saneamiento de los partidos y el establecimiento de reglas claras y transparentes de la procedencia y manejo de los fondos de campañas electorales.
Mientras que el proceso avanza y en horas se le estarán conociendo medidas de coerción a los implicados, donde se cree que el Ministerio Pública pedirá un año y medio de prisión preventiva.
Ayer, le fue negada un Recurso de Habes Corpus a Temistocles Montás, quien utilizó el derecho de esta instancias que trata de proteger un derecho a la libertad, pero le fue negada.