El fuerte saludo de Trump y Macron, que duró cinco segundos, provocó que los nudillos de los ambos líderes se pusieran blancos. Sin embargo, la respuesta a quién ganó este singular duelo sigue en el aire.
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El fuerte saludo de Trump y Macron, que duró cinco segundos, provocó que los nudillos de los ambos líderes se pusieran blancos. Sin embargo, la respuesta a quién ganó este singular duelo sigue en el aire.
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