Fernando Alonso volvió a demostrar este fin de semana que es un seguro para las audiencias televisivas. El magnetismo que el asturiano tiene ente la población española quedó patente en la espectacular cifra de audiencia que registró las 500 millas de Indianápolis: 445.000 espectadores y un 3,6% de cuota, doblando el número de personas que vieron el GP de Mónaco de Fórmula 1 (212.000 y 2%).
Esta es una cifra altísima para haberse televisado por #0 y Movistar Deportes 2, cadenas de pago. Tal fue la repercusión en la cadena generalista de Movistar+, que las 500 millas han sido el contenido más consumido (directo+diferido) en #0 de su historia y el segundo más visto tras la final de la Copa del Rey de baloncesto. Hay que resaltar la dificultad de lograr un registro así en una competición de cuatro horas de duración. El minuto de oro llegó con el momento del abandono de Alonso.
El único contenido en tv de pago que le superó la semana pasada fue la final de la Europa League, y sólo por 56.000 espectadores. La distancia con el resto de deportes fue sideral: multiplicó por cinco la audiencia del Giro, por seis a la Liga Endesa o por ocho a LaLiga 1 | 2 | 3. Ninguno de estos contenidos suele alcanzar los 100.000 espectadores cuando no son emitidas en abierto.
Alonso también fue protagonista en Planeta Calleja. La participación del piloto en el programa de Jesús Calleja le llevó a obtener el mejor share de su historia, un espectacular 10,4% de cuota.
Pese a que en audiencia total no logró el máximo histórico, el que fuera seguido por 1.740.000 espectadores hizo que el Planeta Calleja del domingo pasado fuese el más visto en Cuatro desde 2015.