Su historia se escribe entre la gloria y el abismo. Dario Franchitti ha ganado en tres ocasiones las 500 Millas de Indianápolis, pero en noviembre de 2013, durante la carrera de Houston, el escocés sufrió un fuerte accidente que le alejó de las pistas. Una fractura vertebral, del tobillo derecho y ligeras contusiones le dejaron fuera de su sueño. Ya había ganado mucho.
Ahora, el extranjero con mejor palmares de la Indy 500, junto al brasileño Castroneves, tiene los ojos puestos en otro forastero en el rodeo: Fernando Alonso.
Franchitti estuvo en la CNN y habló sobre el español: «Una de las cosas que he visto en Fernando es su atención al detalle. La mayor parte de los pilotos son gente atenta, porque así hay que ser, pero él ha estado realmente estudiando para Indianápolis, mirando carreras antiguas, hablando con sus compañeros de equipo…”.
Alonso saldrá quinto y de no ser por un problema en el coche hubiera luchado incluso por la pole en su primera participación en Indy 500, pero ahora llega lo más duro, la carrera. Así lo reconoce el propio ex piloto británico, merecedor de la Real Orden del Imperio británico: “Lo más duro que me encontré en Indianápolis fue saber cómo competir, porque correr en solitario no es tan difícil cuando consigues tener las cosas a punto, pero la forma de posicionar el coche, los tiempos, los adelantamientos… es algo que solo se consigue con experiencia”.
Así las cosas, Franchitti cree que Alonso puede tener una historia como la suya, enfermería o gloria: “En Indianápolis trabajas con una franja muy estrecha de velocidad y no hay ningún compromiso en términos de puesta a punto como pudiera ser cuando tienes una curva a 240 km/h y otra a 60 km/h, lo único que tienes que aprender y que Alonso va a aprender es que los errores son castigados, espero que no lo aprenda, en Indy 500 no se puede superar el límite”. Ese es su consejo, quizá porque sabe que en F1 el asturiano está acostumbrado a ir más allá de todos los límites.