De la alegría al miedo. Esto fue lo que experimentó Scott Dixon, Dario Franchitti y Emma Davies-Dixon durante la jornada del domingo en Indianápolis. El piloto neozelandés, que logró la pole position en las 500 Millas con una velocidad media de 232,164 millas (373,632 km/h), fue atracado a punta de pistola a menos de un kilómetro del óvalo.
Dixon, que se encontraba celebrando su resultado en un Taco Bell situado en West 16th Street, condujo hasta el carril de autoservicio del local a las diez de la noche. Justo en ese momento, dos adolescentes de 14 y 15 años asaltaron el Honda que conducía Scott Dixon junto a su mujer y Franchitti.
Tras este vándalico acto, los jóvenes huyeron a pie hacía el norte por la Avenida de Berwick, para ser detenidos posteriormente por la policía, según confirmaron fuentes policiales a Fox59. Un triste final para un gran día en la carrera de Dixon.