No hay que hacer mucha memoria para recordar lo que le hemos visto sufrir al volante de un monoplaza con el que no se siente cómodo. Sin ir más lejos, el Ferrari del año pasado le hizo sacar su peor genio entre tantas frustraciones, y con el Red Bull de 2014 solo fue la sombra del gran piloto que es. Pero, cuando Vettel tiene un coche competitivo con el que aspirar a ganar carreras es demoledor. Lo demostró durante cuatro años consecutivos y lo está demostrando ahora con el SF70H, el mejor bólido rojo de los últimos tiempos.
Con él ha sido capaz de imponerse en dos de las tres carreras a los campeones y de empezar líder el Mundial, algo que ya ha hecho sonar las alarmas en Mercedes. «Las alarmas están sonando. Los que ganaron en Bahréin tienen algo de margen para las tres próximas carreras», dice Niki Lauda en el diario austriaco ‘Osterreich’. Son conscientes de que se enfrentan a una amenaza desconocida para ellos porque «el factor Vettel puede decidir el Mundial este año», como bien dice Gerhard Berger en ‘Sport Bild’.
«Habría perdido todas las apuestas porque dudaba de que Ferrari realmente pudiera vencer a Mercedes, pero hemos visto al mejor Vettel de siempre, es como el guionista de una película de éxito que coge el papel de protagonista», añade Berger. Y es que el talento del alemán en su máximo esplendor puede ser muy difícil de combatir. Así de bien lo sabe alguien que lo disfrutó mucho, Helmut Marko: «Sebastian es uno con su coche. Va constantemente en el límite, no comete el menor error y siempre sabe qué hacer».
«Así, Vettel es muy difícil de superar, sobre todo cuando Mercedes está cometiendo errores», asegura el asesor de Red Bull. Y, en efecto, los están haciendo. No fueron capaces de imponer su velocidad en Australia y Bahréin y lo han pagado. Además, hay quien ve a Hamilton sufrir con un coche que no es tan dominante. «Le falta mordiente, sólo puedes confiar en su talento cuando tiene un coche que es un segundo más rápido. Tres décimas por vuelta no es suficiente para vencer a un Vettel», dice un piloto sin nombre de la parrilla. Las alarmas suenan…