Iniciar una tercera temporada con la misma situación crítica causa una ansiedad que, sumada al desgaste acumulado durante tanto tiempo, deja ver de forma evidente la frustración que todos tienen en McLaren Honda. A Oliver Turvey, el piloto probador que lleva ocho años en el equipo de Woking, solo le bastó una jornada, la que tuvo ayer martes en los test de Barhéin al volante del MCL32, para darse cuenta de los bajos que están los ánimos ante tanto problema de fiabilidad con la unidad de potencia japonesa.
«Ahora todo el mundo está frustrado porque no estamos donde queremos que el equipo esté, pero esta es mi octava temporada como piloto de pruebas y creo que todo el mundo está trabajando tan duro como siempre para intentar volver a ganar. Están haciendo todo lo que pueden, hay que trabajar juntos, mantenerse positivos y seguir avanzando», comenta el inglés en ‘RACER’ sin perder la esperanza de ver a McLaren donde le pertenece por su nombre y donde solía estar hace ya demasiados años.
A pesar de poder dar únicamente 17 vueltas en todo el día y sufrir él mismo la debilidad del motor Honda, Turvey mantiene la fe quizás espoleado por la alegría de volver a subirse a un Fórmula 1 después de tanto tiempo: «Lo más importante era intentar conseguir sensaciones con el coche y volver al simulador para intentar desarrollarlo. No conseguimos tantas vueltas como quisimos y fue un día bastante frustrante, pero había pasado dos años desde que subí al coche por última vez, así que fue genial regresar y probarlo».
Es más, cree que no se fueron con las manos vacías y que tiene datos con los que trabajar en el simulador: «Al final hice unas cuantas vueltas y tuve una sensación razonable con el coche, así que creo que conseguimos algo y puedo volver al simulador para comparar los datos, lo que nos ayudará para el resto del año». Un simulador que será el que use Button para preparar su regreso ya que no quiso acudir a estos test. «Es una herramienta muy buena y le servirá para prepararse para Mónaco», dice Turvey. Pero la realidad puede ser bien distinta…