Autoridades continúan lucha en contra de la hookah, pero jóvenes la siguen usando

SANTO DOMINGO. Desde el año 2011 las autoridades dominicanas vienen anunciando la prohibición del uso de la llamada hookah o pipa de agua en los centros de diversión así como en lugares cerrados.

Seis años después las autoridades continúan anunciando las medidas en contra del uso de este artefacto. Recientemente el Ministerio de Salud Pública prohibió el uso de la hookah o pipa de agua en lugares cerrados, así como su promoción en cercanías de centros educativos y actividades dirigidas a menores de 18 años, sector de la sociedad a quien le está vedado el empleo de este aparato.

Si nos vamos un poquito hacia atrás, el 10 de octubre de 2013 la Cámara de Diputados aprobó en primera lectura el proyecto de ley que prohíbe el uso de la hookah en colmadones, bares, discotecas y lugares públicos.

Este proyecto, iniciativa del diputado Aquilino Serrata Uceta, persigue la prohibición de ese instrumento, por considerarlo perjudicial para la juventud dominicana, debido a que se le está dando un mal uso por parte de jóvenes y adolescentes. 19 días después la cámara baja aprobó en segunda lectura el proyecto de ley.

El informe dado a conocer por los diputados explica “que si bien es cierto que el uso de la hookah es un acto social propio de los países orientales, los cuales la utilizan para fumar un tabaco especial de distintos sabores, que puede ser compartida por varias personas, en la República Dominicana se le está dando un uso inadecuado”.

Además, la propuesta prohíbe la fabricación, importación y distribución de hookah y dice que se castigará con la pena de un día a un año de prisión menor y/o multa de uno a dos salarios mínimos del sector público del gobierno central a propietarios de colmadones, bares, discotecas y restaurantes que incurran en usar o permitir hookah dentro de sus establecimientos.

Establece que la violación a las disposiciones de la ley darían lugar a la incautación e inmediata destrucción de la hookah en todas sus partes, y se encarga a los ministerios de Salud Pública y Asistencia Social (SESPAS), de Interior y Policía y al Ministerio Público para la ejecución y fiel cumplimiento de la legislación.

Después que los diputados aprobaron en primera y segunda lectura este proyecto de ley, varios años después aún permanece en el Congreso Nacional.

En la República Dominicana varios jóvenes han muerto por el uso de la pipa de agua. Tal es el caso de Gabriel Martínez, quien permaneció varios días bajo ventilación mecánica en el hospital traumatológico Ney Arias Lora, en diciembre del pasado año. También se produjo el deceso del joven Edgar Antonio Rodríguez, ocurrido en Nagua, en octubre pasado.

Otro caso mencionado en los medios de comunicación este año fue el de Charles Bonilla Robles, de 29 años, quien es disc jockey en una discoteca. El joven fue ingresado en el hospital Ney Arias Lora con dificultad respiratoria después de fumar hookah por varias horas.

Bonilla Robles afirmó que varios de sus compañeros también acostumbran a fumar a través del citado aparato, de uso tradicional en Medio Oriente.

Es notorio en los barrios del país y en los centros de diversión el uso hookah tanto en menores como en adultos. Lo penoso de esto es que los menores de edad lo hacen en presencia de un adulto, y esto es aceptado como algo normal. También en varias discotecas se observa que los dueños, administradores o ejecutivos de este tipo de negocio tienen áreas y mesas preparadas para el uso de hookah.

Así el uso de la hookah continúa sin que las autoridades hayan podido controlarlo. Asimismo, siguen las instalaciones de las llamadas tragamonedas en lugares no aptos para los juegos de azar.

En un recorrido realizado por este medio recientemente y después de establecer diálogo con personas que tienen en sus negocios estos aparatos, salió a relucir que detrás de la funcionalidad de la máquina tragamonedas y las pipas de agua están policías o militares. En caso contrario, los que no pertenecen a estas instituciones son protegidos por miembros de ellas como ocurre en Haina, San Cristóbal, Herrera y Los Alcarrizos, entre otros sectores.

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