Tras terminar antes de tiempo la prueba de China por problemas en la transmisión del McL32, Fernando Alonso encara este fin de semana el Gran Premio de Bahréin sabiendo que el trazado de Sakhir va a exponer de nuevo, las debilidades de McLaren Honda.
En declaraciones para la web oficial de la escudería, el piloto español ha recalcado la necesidad de lograr una buena fiabilidad para afrontar la carrera con cierta esperanza: «El Gran Premio de Bahrein es siempre una carrera muy larga, así que nuestra primera prioridad es asegurar que tenemos fiabilidad contra las duras condiciones de calor del desierto antes de empezar pensar en el rendimiento».
Alonso confía en volver a maximizar el paquete aerodinámico del McL32 para intentar compensar el déficit de potencia del motor nipón con respecto al resto de fabricantes: «Va a ser otra carrera difícil para nosotros. Las largas rectas, el desgaste de los frenos y el consumo de combustible son altos, lo que hace que los ingenieros tendrán que trabajar mucho para alcanzar una buena puesto a punto, ya que las temperaturas de la pista cambian mucho durante el fin de semana».
Por último, el bicampeón del mundo ha asegurado encontrarse muy motivado en intentar volver a realizar una gran actuación como en Australia y China: «Estoy empujando muy duro para conseguir el mejor resultado posible cada vez que salgo del garaje, y en Bahrein voy a seguir enfocando cada vuelta de la misma manera. Antes de retirarme en Shanghai, estaba corriendo en una posición muy prometedora, y nuestro ritmo era mucho más fuerte de lo previsto. Así que voy a estar contento si podemos tener más buenas sorpresas en Bahrein».