Era uno de los más felices a la conclusión del GP de China. Max Verstappen realizó una prodigiosa remontada que le llevó desde la 16º posición de salida hasta el el tercer lugar. Trece plazas ganadas. Un podio que ni el mismo holandés, nacido en Bélgica, habría soñado. «Cuando desperté esta mañana, jamás habría pensado en subir al podio», reconoció el piloto de Red Bull que sacó petróleo a un monoplaza energético que aún está muy lejos del rendimiento del Mercedes y el Ferrari.
Pese a ese menor nivel, Verstappen quedó por delante del Ferrari de Raikkonen y el Mercedes de Bottas, derrotó a su compañero Ricciardo y complicó la vida a Vettel que tuvo que adelantarle en la pista. Verstappen subió al tercer escalón del podio chino y también ocupa esa tercera plaza a espaldas del dúo de líderes: Hamilton y Vettel.
Verstappen destacó su gran inicio y los giros iniciales de su gran premio: «Fue una primera vuelta muy buena, adelanté a nueve coches, lo que es bastante positivo. Y me parece que en las primeras once vueltas llegué a ponerme séptimo, algo que me ayudó para acabar bien la carrera». El holandés reconoció algunos problemas y, pese a lograr el cajón, la necesidad de dar un paso adelante en próximas carreras. Sufrimos un poco de subviraje, pero aun así conseguimos hacernos con la tercera posición. Estoy contento y fue una gran carrera para el equipo, pero creo que en ritmo de carrera en seco aún somos algo lentos para conseguir subir al podio».