Tiempo después seguían ahí, en la inmensa grada de la inmensa recta de meta del circuito de Shanghái. Esperando. Quizá. Por si salía otro piloto, con el mono puesto regalando gorras como hizo Hamilton. Porque eso fue lo único que vieron los aficionados chinos que estuvieron en la segunda sesión de entrenamientos. Y es que no hubo Libres 2 en este circuito. La densa niebla, el frío, la lluvia que caía de manera intermitente en este trazado a sesenta kilómetros de la ciudad china impidieron que los coches volvieran a salir a pista. Poco más que contar. El helicóptero no podía volar y no hubo libres. Ya está.
Antes de todo eso hubo espejismos en la niebla en los primeros libres. Carlos Sainz, cuarto. Fernando Alonso séptimo. Con fuego real las posiciones de los dos españoles no deben ser esas, desgraciadamente, aunque los dos son capaces de hacer un milagro de esas características. Pero en los librs 1 de este GP de China, mientras en España solo los aficionados más fanáticos abren los ojos en la noche para ponerse ante la tele, los verdaderos protagonistas fueron también los elementos: niebla, lluvia y un helicóptero que durante varios momentos no pudo volar y la sesión se vio interrumpida, definitivamente a unos diez minutos del final. Fue en ese momento cuando el Renault de Nico Hulkenberg se quedó enganchado en la grava, al más puro estilo Hamilton 2007. ¡Qué recuerdos!
Lo cierto es que están siendo días grises en Shanghái y hasta el aeropuerto local más cercano tuvo que cerrar sus vuelos a causa de la niebla… y la polución, siempre presente en esta urbe de proporciones gigantescas.
En cuanto a los resultados, aunque valgan para poco, lideró Verstappen por delante de Massa y Stroll. Con Sainz cuarto y Alonso séptimo. En cuanto a los grandes favoritos, ni Hamilton ni Vettel llegaron a salir a pista. Esperan mejores tiempos. O mejor tiempo. Quizá este sábado y el domingo. ¿Volverá a ser Hamilton la estrella?