¿Quién va a querer a Alonso?

Se acercan por la espalda, con la lengua inyectada en veneno y las yemas de los dedos radioactivas, algunos dan la cara. Pocos. Os hablo de uno de ellos, representante de esa escasa pléyade que odia a Fernando Alonso como si el asturiano les hubiera quitado a la novia, la mujer y la amante la misma noche. Perdonen el comentario machista, en estos tiempos en los que a uno le llaman la atención por llamar deliciosa a una belleza italiana nunca se sabe. Pero a lo que iba. Uno de esos colegas vive poniendo bonito el jardín de nuestras casas de barrio obrero y me suele gritar, con voz de niño repelente pese a haber pasado la cincuentena hace un rato, cosas bonitas sobre… mi amigo Alonso. Así empieza siempre cada frase. «Tu amigo Alonso ya la ha vuelto a liar eh… se tenía que haber ido a Mercedes», ¿pero no decías que Mercedes no le quería en realidad? «Se tenía que haber ido… ¿Y ahora qué? Otro año perdido, otro más, y luego que si la suerte, que si las excusas, que si los mecánicos son malos». El tema de los mecánicos es otra de las mentiras más extendidas, por cierto. Así me recibió hace unos días al llegar de Australia.

Pero lo mejor vino ayer. «¿Qué dices? ¿Otro equipo? ¿Dónde va a ir? ¿Quién va a querer a Alonso?». Y terminó con el millones de veces repetido y con la de intervocálica olvidada… «Está acabao«. Clásicos. Y como andaba mal de tiempo para responderle, les cuento por aquí, por si a alguien más le interesa. Pues mira, colega, a este Alonso le quieren aún muchos equipos, cuentan de hecho que algunos están intentando buscar patrocinadores para poder pagar una parte de lo que cobra el asturiano. Y otros sueñan con que sea la piedra sobre la que edificar su iglesia. Les hablo de un tal Carlos Ghosn, presidente de Renault, por ejemplo, o si me apuran de Dieter Zetsche, CEO de Mercedes Benz, como ahora le quiere… retener Takahiro Hachigō, máximo dirigente de Honda. Háganme caso. Nombres que a los mortales nos suenan a utopía, pero que tienen a este Alonso en sus pensamientos junto a cifras de millones de euros, fábricas en países en desarrollo o planes de coches eléctricos. Para escuderías como Renault, oficial, o Williams, legendaria, tener al español sería un sueño hecho realidad, como para el resto de la parrilla si exceptuamos los tres mejores en estos momentos. Aunque para 2018, Mercedes seguirá siendo una opción, aunque Red Bull le haya querido fichar tres veces y Ferrari… Dejemos esta columna en puntos suspensivos.

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