– Este no es el equipo que hubiera soñado con llevar a Serbia…
– Es un equipo diferente. Máximo respeto a los que están. Son competitivos. Pero ha habido bajas, sí…
– ¿Qué quiere decir que Marcel Granollers ‘no se sentía en condiciones de defender al equipo con garantías’?
– Lo que lee. Ha sido una baja de muy última hora. Yo había agotados las posibilidades con todos los tenistas y ha sido una sorpresa. Me ha comentado que su situación ahora en el ránking de individuales no es buena (41º) y que tiene que priorizar eso en su carrera. Que necesita tranquilidad. Lo comunicó diez horas antes de dar la convocatoria. El equipo iba a ser otro y tuve que reaccionar. Con Marcel no he tenido tiempo. Había tocado todas las teclas, no podía hacer un equipo de tres y le dije que iba a estar. Estos días he intentado buscar más opciones y al final me he decantado por Jaume Munar, un jugador joven que ha salido de nuestro centro de alto rendimiento y había estado de sparring con nosotros. Ojalá la Davis le dé la experiencia para dentro de cuatro o cinco años.
– ¿Con Rafa Nadal ya había pactado que no acudiría a la segunda eliminatoria?
– Es lo que dijo, sí. Volvimos a hablar en Indian Wells y después. Sus razones ya las expuso él.
– ¿Cuáles fueron las razones que le dio Roberto Bautista? Venía de retirarse en Indian Wells por una lesión abdominal. Pero frente a Roger Federer en Miami hizo un gran partido…
– No voy a personalizar… Cada uno tiene sus razones. Los que no están han antepuesto sus compromisos personales a la Davis. Es una lástima pero es así.
– Ha tenido que convocar a Jaume Munar, de 19 años y 243º del ránking ATP. Hay muchos por encima. ¿Eso quiere decir que el resto no estaba disponible?
– Queda bastante claro. He apurado todas las posibilidades y no ha podido ser. Estoy agradecida a Pablo Carreño y Albert Ramos, que están en un gran momento de juego. Son peligrosos y competitivos y se lo pondrán difícil a Serbia. Aposté por un dobles Carreño-Granollers, pero tampoco podrá ser. Tenemos a Marc López, que ha estado ahí en las buenas y en las malas.
– La Federación, desde el relevo en la presidencia con Miguel Díaz al frente, ha hecho todo lo posible por reconectar otra vez a los jugadores. Se ha creado un Comité en el que están integrados ellos y los mánagers para decidir sobre cuestiones sobre la capitanía. Pero en esta ocasión parece que han dado la espalda a la Davis otra vez. ¿Lo siente así?
– No quiero meterme en temas políticos. Mi trabajo es el de estar cerca de los jugadores y así llevo haciéndolo cinco años. He defendido su compromiso e implicación cuando han ayudado a volver a subir al Grupo Mundial, tanto en Copa Davis como en Copa Federación. Ahora en unos cuartos de final no ha podido ser. Todos sabemos lo complicado del calendario y el desgaste. De unos más que de otros.