El futuro reglamento de motores de la Fórmula 1 sentó en París la primera piedra para el futuro del Mundial a partir de 2021. Y resultó una roca de varias toneladas ya que la FIA y Liberty Media se encontraron de frente con una oposición casi frontal de los actuales motoristas a continuar con la actual legislación. Mercedes, Renault, Ferrari y Honda quieren acabar con el V6 turbo híbrido, una tecnología muy complicada y muy costosa. En la reunión, en la que también participaron otros fabricantes y marcas como Lamborghini y Audi, se produjo el acuerdo y la tecnología actual tiene los años contados… exactamente hasta 2020
«Se ha llegado a un amplio acuerdo para la futura evolución de las unidades de potencia. Ahora debemos sentarnos y perfilar los detalles de cómo deben ser las unidades de potencia de 2021, pero hemos empezado con buen pie», asegura Jean Todt, presidente de la FIA, en un comunicado. Un convenio aún en pañales, pero que tiene cuatro asuntos clave que la nueva reglamentación debe cumplir de forma obligatoria. «El primero es mantener la F-1 como la cima de la tecnología en el automovilismo, y como un laboratorio para desarrollar tecnología relevante en los coches de calle». El segundo y el más determinante es el que afecta directamente a la tecnología híbrida actual: «Las futuras unidades de potencia deben ser potentes, más simples y menos costosos de desarrollar y producir». Sentencia de muerte directa para la tecnología híbrida, los motores turbo, o seguramente ambos.
El tercer punto es «mejorar el sonido de las unidades de potencia». Mejorar el sonido se traduce en elevar el ruido, algo que se hará sin regresar a los motores atmosféricos, ni V10 ni V8, algo que ha descartado recientemente el propio Todt. Por último, el cuarto consistirá en «permitir que los pilotos vayan al límite en todo momento». Este tema será el más continuista ya que el actual reglamento se enfocó en este aspecto y de ahí las modificaciones en los neumáticos, más anchos y con menos degradación, y la aerodinámica. Además, en este sentido la idea contempla deshacerse de la limitación de combustible de 105 kilogramos por carrera, lo que permitiría no tener que estar pendiente de este aspecto a la hora de exprimir los monoplazas.