Alonso se fija en Fisichella: se fue a Ferrari a mitad de año

De tanto retumbar en su cabeza la palabra paciencia cada vez la aborrece más. Alonso, como todos los que quieren su bien, se está cansando de esperar a que McLaren y Honda construyan un monoplaza que, como mínimo, sea competitivo y le acerque a los más rápidos de la parrilla para poder luchar por algo más que por un raquítico punto. Y viendo que eso está más lejos de suceder que hace un año con los nuevos problemas que han encontrado los japoneses el rediseño de su motor, el asturiano baraja posibles opciones para su futuro.

La más inmediata, como desveló ayer AS, pasaría por buscar una alternativa, un asiento en un equipo con mejor rendimiento, esta misma temporada. De momento es solo un pensamiento y lo más probable es que no se mueva de Woking en 2017, pero en caso de atreverse a dar tal paso estaría más que justificado y le ampararía el reglamento. Este permite que un piloto cambie de colores durante el transcurso de un Mundial y hay varios ejemplos de ello a lo largo de la historia, pero el espejo que más cerca tiene Fernando para fijarse es Fisichella.

El italiano, que acompañó a Alonso durante sus años de campeón en Renault, hizo en 2009 lo que el español puede hacer en 2017: dejar una escudería a mitad de temporada para irse a otra. En su caso, el salto fue de calidad, ya que pasó de correr para Force India, donde llevaba más de un año y medio, para hacerlo en Ferrari. El fichaje de Giancarlo por la Scuderia se concretó tras la decimosegunda carrera del año, el GP de Canadá, y se estrenó al volante del F60 ante los ánimos de los tifosi en el GP de Italia.

Disputó de rojo las últimas cinco citas de aquella temporada que vio ganar al Brawn de Button y que acabarían suponiendo el final de su trayectoria en la F1. Ferrari dejó a Force India sin su piloto, al que reemplazaron por Vitantonio Liuzzi, ya que se vieron obligados a acudir al mercado en un momento tan avanzado de la temporada después del recordado accidente que sufrió Massa en Hungría con la tuerca que le golpeó en la cabeza. Participaron en dos carreras, Valencia y Bélgica, con su probador Luca Badoer, pero no convenció.

Cuando Ferrari llamó a su puerta en los últimos compases de su carrera, Fisichella se llevó la sorpresa de su vida. «Estoy en el séptimo cielo, me cuesta creer que haya alcanzado el sueño de mi vida. Daré el máximo para recompensar a la escudería por la gran oportunidad que me ha dado», dijo el amigo de Alonso al conocer su fichaje. Su rendimiento compartiendo box con Raikkonen fue discreto, pero cumplió el sueño de correr para el equipo más legendario. La experiencia lo compensó todo. ¿Le compensaría a Fernando hacer lo mismo?

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