En semanas de máxima tensión para una alianza histórica de la Fórmula 1, McLaren y Honda al menos tienen un pensamiento en común: el rendimiento de Fernando Alonso en el GP de Australia estuvo muy por encima de las posibilidades de su coche, el MCL32. «Fernando hizo una carrera prodigiosa e impresionante. Luchando por cada décima de segundo en cada vuelta, de hecho finalizar en los puntos llegó a parecer una posibilidad», admite Eric Boullier, director deportivo de la escudería. Y eso que el francés es consciente de que «el GP de Australia 2017 no será recordado como uno de los mejores momentos de McLaren Honda».
«Los daños en su coche supusieron un problema definitivo, el suelo era irreparable y tuvo que abandonar. Fue una amarga decepción tras una conducción maravillosa, pero esto son las carreras», afirma Boullier en las declaraciones facilitadas por McLaren. Y su socio japonés, Yusuke Hasegawa, sostiene la misma tesis: «Fernando, una vez más, pilotó de forma brillante para extraer todo lo posible del coche. Fue decepcionante para el equipo que no pudiera acabar mientras rodaba en los puntos y a sólo cinco vueltas del final».
Ahora regresan a Woking y Sakura para trabajar «por igual en el chasis y la unidad de potencia», aclara Boullier. Con mucho por hacer en ambas sedes para que la lucha por los puntos no sea un imposible.