Garbiñe Muguruza arranca hoy en el segundo Premier Mandatory del año de la WTA, el Miami Open, contra Christina McHale, número 46 del mundo. La estadounidense derrotó a la alemana Annika Beck por 6-7, 7-5 y 6-0 y tuvo que ser atendida por una fuerte insolación. La española, a la que preocupa la alta humedad, llega al torneo donde comenzó todo. En 2012 recibió una invitación para el cuadro principal y consiguió llegar a octavos, después de derrotar a Vera Zvonareva y Flavia Pennetta. “Me vi rodeada de grandes tenistas, y fue increíble. Aquí me di a conocer y me encanta el ambiente. Me siento como en casa entre tanta gente latinoamericana”, recordó la número seis del mundo.
Muguruza ha jugado cinco veces en Crandon Park, pero no ha conseguido pasar de la barrera de octavos. Tiene en su camino a jugadoras como Wozniacki, Cibulkova o Vesnina. Y a su bestia negra, Karolina Pliskova, en una hipotética semifinal. “Me encuentro regular, sigo con las molestias que arrastro desde Dubai (se retiró con problemas en el tendón de Aquiles de la pierna izquierda), pero sigo luchando”, advirtió.
Carla Suárez jugará el viernes contra la ganadora del Alison Riske-Julia Georges. La canaria, que va por el lado de la número uno Angelique Kerber, va saliendo del calvario de la lesión en el hombro derecho: “Está cada vez mejor, pero no al cien por cien”.