SAN DIEGO. Ray Chávez, el sobreviviente más longevo del ataque japonés a Pearl Harbor en 1941, dice no tener el secreto de la juventud, pero atribuye a una vida sana y a sus dos días de gimnasio a la semana el haber llegado a los 105 años con una envidiable energía y una memoria intacta.
Raymundo Chávez, hijo de inmigrantes mexicanos, celebró el pasado 10 de marzo un nuevo cumpleaños en su casa del área de San Diego, en el sur de California.
“A mis 105 años me siento muy bien”, asegura a Efe Chávez, quien, después de haber servido en la Marina, trabajó como paisajista hasta retirarse.
Entre otros regalos de cumpleaños recibió una carta firmada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
“Su valentía intrépida, amor al país e inquebrantable compromiso con la libertad, lo hace merecedor al eterno respeto y gratitud del pueblo norteamericano”, se lee en el documento de la Casa Blanca.
Debajo de esas líneas, el presidente escribió de su puño y letra las palabras “sigue adelante”.
No fue la única felicitación presidencial para el veterano de la Segunda Guerra Mundial, pues días atrás recibió mensajes de los exmandatarios George H.W Bush, George W. Bush, Bill Clinton y Jimmy Carter.
El excombatiente hispano dice que no votó por Trump, ya que no concuerda con sus políticas, pero, aun así, agradeció y se dijo honrado con el gesto. “Me da gusto que el presidente se acuerde de los viejitos”, bromeó.
Chávez y su hija, la también veterana Kathleen Chávez, discrepan en política. Él es demócrata y ella republicana, por lo que al igual que muchas familias prefieren no hablar mucho de política en casa.
Ray Chávez nació en San Bernardino, California, en 1912 y posteriormente se mudó a San Diego, donde vive desde entonces. A los 27 años, se inscribió en la Marina y fue asignado al barco dragaminas USS Condor en la base militar de Pearl Harbor, en Hawai, que fue atacada por los japoneses el 7 de diciembre de 1941.