Tres años repletos de roces, algunos incluso provocaron momentos de máxima tensión en el equipo, que llegaron a su fin en Abu Dhabi. Con la marcha de Rosberg, nos quedamos sin la pelea interna de Mercedes que tanto juego dio, pero esta temporada esa situación podría trasladarse a otro lugar del paddock: a Red Bull. Aunque parezca que el pistoletazo de salida les haya pillado un poco desprevenidos y hayan cedido terreno con Mercedes y Ferrari, se espera que aumenten su protagonismo y, con ello, los piques entre sus pilotos.
Ricciardo no lo esconde y reconoce que al aspirar a objetivos más altos esta temporada es posible que la buena relación que tiene con Verstappen se vea golpeada por los roces que puedan tener en el asfalto. «No puedo ser ingenuo y creo que seguiremos queriéndonos sin importar lo que pase, incluso si estamos golpeándonos rueda a rueda cada carrera, pero somos competidores y si hay tensión o fricción a medida que avanza la temporada forma parte del juego», admite el australiano en declaraciones a ‘The Guardian’.
Lo último que debe permitir es que le gane su compañero, la premisa de todo piloto: «Si Hamilton me gana con un Mercedes puedo decirle al mundo que lo hizo porque su coche es mejor, pero si Max me golpea en cada carrera me voy a quedar sin excusas. Así que, tu compañero de equipo es la primera persona a la que quieres vencer». Y lo último que quiere Chistian Horner es sufrir lo que sufrió Mercedes con sus pilotos: «Espero que haya una lucha cercana entre los dos, pero las reglas de compromiso son claras: la prioridad es el equipo».
Por mucho que Horner se vista de Wolff hay cosas que son inevitables, y Ricciardo no es de los que se rinden fácilmente. «Cuando llegué a Red Bull todos pensaron: es un chico feliz y agradable, es rápido, pero no puede competir con los mejores. Esa fue una reputación que tuve que superar. Ahora, han visto que soy un competidor, que tengo grandes intenciones en el deporte y que estoy preparado para sacar los codos si es necesario. Si voy a competir voy a poner todo en juego», avisa Daniel. Tienen a dos toros bravos y tendrán que lidiar con ellos.