Lo intentó de inicio, pero Pablo Carreño se fue diluyendo y no pudo superar al número tres del mundo, Stan Wawrinka, que ganó con facilidad por 6-3 y 6-2 en apenas una hora y es el primer finalista del Masters 1.000 de Indian Wells, por primera vez en su carrera. El gijonés hizo lo que tenía que hacer, colocar cuantos más primeros saques mejor (80%), tratar de llevar la iniciativa y no poner bolas neutras a un rival que las pega de maravilla. Pero a Carreño le faltaron piernas para mantener un nivel con el que poder hacer frente a un superclase. Quizá le pasó factura el duro partido de cuartos contra Cuevas. Pese a la derrota, buenas sensaciones y buen torneo del discípulo de Juan Carlos Ferrero, que empezará la semana como 19º del ránking ATP. Wawrinka espera ahora al ganador de la otra semifinal, la que están jugando ya su compatriota Roger Federer y el estadounidense Jack Sock.
Carreño empezó valiente, con profundidad, moviendo a Stanimal, pero el ímpetu se le acabó en el octavo juego, cuando el suizo se apuntó el primer break del partido sin esforzarse demasiado, con inteligencia y haciendo caer el español en su trampa de restos blanditos con los que le hacía subir a la red sin demasiada convicción. Pablo había salvado ya una bola de rotura, pero con la segunda no pudo y el primer set se le puso cuesta arriba.
El segundo lo empezó bien, con buenos servicios y juego en blanco, pero casi siempre le faltó movilidad. Estuvo muy parado, sin energía, y Wawrinka olió la sangre. En el tercer juego forzó hasta cuatro oportunidades de break hasta aprovechar la quinta y encarrilar la victoria. Con 2-1 a favor, consolidó su ventaja con contundencia y aún la aumentó después para poner un 5-2 ya insalvable para Carreño, con seis años menos de experiencia y muchos menos partidos al máximo nivel que Stan The Man. Pero si sabe aprender de estos reveses, sabe esperar sus ocasiones y sigue trabajando, podrá instalarse en el top-20 que ha alcanzado esta semana.