En cuartos de final de Indian Wells no estará el número uno, Andy Murray, que patinó en su debut frente a Vasek Pospisil. Ni el número dos Novak Djokovic, devorado por segunda vez en quince días por el gran talento de Nick Kyrgios (6-4 y 7-6). Del cuarteto que ha ganado 54 de los últimos 59 Masters 1.000 sólo queda vivo un tenista de 35 años, Roger Federer, que en la 36º edición del clásico que está en los libros de historia del tenis derrotó a Rafa Nadal por 6-2 y 6-3 en solo 1h:07.
«Es un partido a tres sets, por eso será un sprint y no una maratón como en Australia», advirtió el suizo antes de pisar el estadio. Hace mes y medio, las dos leyendas parecían superadas ya por el mano a mano Murray-Djokovic y lastradas por las dudas de cómo volverían tras sus lesiones, y consiguieron llegar a una final para el recuerdo que se llevó Federer por 6-4, 3-6, 6-1, 3-6 y 6-3 en 3h:37 y de la que salieron rehabilitados. Y en el Valle de Coachella, el de Basilea se aplicó como en una carrera de cien metros. Pim-Pam, rápido. A la velocidad de la luz, al sprint, para seguir adelante en el cuadro.
Desde el primero de sus choques, en Miami 2004, nunca se habían medido Nadal y Federer antes de cuartos de final. Pero sus puestos en el ránking (seis el español y diez el suizo) y un sorteo salvaje depararon un choque prematuro. El primer set fue visto y no visto. En 34 minutos, con dos roturas y 15 golpes ganadores, Federer no dejó a Nadal que se metiera en la pista. Salió dispuesto a no darle ritmo y lo consiguió. Su revés, la grieta que había encontrado siempre su némesis para ganarle en 23 ocasiones, fue su mejor arma. Ya ocurrió en Melbourne. La raqueta de Federer lució cual ‘stradivarius’ afinado por el mejor luthier, pero con la electricidad de la guitarra de su admirado Angus Young, el guitarrista de AC/DC. El revés fue a la vez escudo y bisturí.
Y es que no jugó mal Nadal. Simplemente, Federer le impidió jugar. Le maniató con una agresividad inusitada. Siempre metido en pista. Ya en el segundo parcial, llegó el break en el tercer juego. Nadal lo intentó, pero tampoco encontró aire sobre el segundo servicio del suizo. Todos los golpes del veterano fueron contundentes y fueron cargados de sentido. Acabó con 20 golpes ganadores y selló su triunfo con otro revés de marca. Por primera vez desde que iniciaron su rivalidad, Federer acumula tres victorias seguidas sobre Nadal (Basilea 2015, Melbourne y esta de Indian Wells). Del Big-Four, el único que seguirá brillando bajo el sol de California será Federer, que se medirá a Nick Kyrgios después de descargar su tormenta perfecta sobre Nadal.