El presidente interino de Brasil abandonó el Palácio da Alvorada porque, en sus palabras, no había «buenas energías». Sin embargo, otros creen que no ha podido reformar a su gusto este edificio patrimonial donde predomina el color rojo.
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El presidente interino de Brasil abandonó el Palácio da Alvorada porque, en sus palabras, no había «buenas energías». Sin embargo, otros creen que no ha podido reformar a su gusto este edificio patrimonial donde predomina el color rojo.
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