SANTO DOMINGO.- El expresidente Hipólito Mejía consideró la noche de este lunes que el caso Odebrecht es una oportunidad para que la justicia dominicana ponga “freno a la impunidad”.
En una alocución al país a través de una cadena de radio y televisión, el exmandatario dijo que es necesario que la ciudadanía se movilice en ese sentido.
“El maridaje de la corrupción y la impunidad es lo que explica que nuestra nación ocupe el lugar número diez entre los países más corruptos del mundo, y el lugar número ocho en América Latina, tal como reporta el Foro Económico Mundial en su informe sobre competitividad y corrupción del año 2016”, destacó.
Dijo que no tiene nada que ocultar sobre su conducta como figura pública y que estaría dispuesto a retirarse de la política y entregar todo su patrimonio al Estado si alguien le prueba algún acto de corrupción en el ejercicio de sus funciones públicas.
Mejía admitió que su gobierno trabajó con la empresa brasileña Odebrecht, envuelta en un escándalo internacional y local por el pago de sobornos por US$92 millones a funcionarios públicos desde 2001 al 2014.
El exmandatario detalló que durante su gobierno (2000-2004) contrató con Odebrecht la construcción del acueducto de la Línea Noroeste y la presa de Pinalito, en Constanza. “Aunque ese proyecto no se ejecutó durante mi presidencia (Pinalito) considero imperativo explicar los pasos dados por mi gobierno para su formulación y búsqueda de financiamiento”, subrayó.
Dijo que se obtuvieron dos préstamos por US$101,460 millones con el Banco Nacional de Desarrollo y Social de Brasil, y el segundo por US$30,260,000 con el ABN AMRO Bank, de Holanda. “Eso significa que durante mi gobierno no se desembolsaron fondos para la Central Hidroeléctrica de Pinalito”, subrayó.
“No es la primera vez que, de manera irresponsable, se ha insinuado que he estado involucrado en actos de corrupción. Se me atribuyó la propiedad de la Finca Aguayo, del Proyecto de Mango de Fundación, en Baní y de la Finca Ganadera de YSURA, en Azua, entre otras. En todos esos casos, el tiempo demostró que tales aseveraciones eran infundadas”, agrego.
“Hoy, también de manera irresponsable, se dice que, en el caso de Odebrecht, podría haber actuado al margen de la ley, lo cual también es incierto”, señaló Mejía.
El exmandatario expresó que la “lucha contra la corrupción siempre ha sido parte fundamental de mis posiciones políticas”, y en ese sentido retó “a cualquier persona que, si puede demostrar de manera cierta y veraz, que en el ejercicio de mis funciones públicas o en mis actividades privadas, tanto mi esposa, mi hermana y mis hijos, como yo, cometimos algún acto de corrupción, estaría en disposición de retirarme de la vida política y entregar mi patrimonio al Estado”.
En su discurso, Mejía también sacó los casos de corrupción que se le atribuyen a los gobiernos del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), desde el 1996, cuando asumió las riendas del Estado por primera vez.
Mencionó que “los gobiernos del PLD se encargaron de destruir” el Consejo Estatal del Azúcar (CEA), la Corporación Dominicana de Electricidad (CDE), y la Corporación Dominicana de Empresas Estatales (CORDE).
De los más recientes, mencionó la compra de los aviones Super Tucano, OISOE e Inapa. En cambio, defendió la forma en que durante su gobierno enfrentó el colapso de varias entidades bancarias. “Me siento con la conciencia tranquila de que mi gobierno actuó con responsabilidad en el caso Baninter”, dijo.
SANTO DOMINGO.- El expresidente Hipólito Mejía consideró la noche de este lunes que el caso Odebrecht es una oportunidad para que la justicia dominicana ponga “freno a la impunidad”.
En una alocución al país a través de una cadena de radio y televisión, el exmandatario dijo que es necesario que la ciudadanía se movilice en ese sentido.
“El maridaje de la corrupción y la impunidad es lo que explica que nuestra nación ocupe el lugar número diez entre los países más corruptos del mundo, y el lugar número ocho en América Latina, tal como reporta el Foro Económico Mundial en su informe sobre competitividad y corrupción del año 2016”, destacó.
Dijo que no tiene nada que ocultar sobre su conducta como figura pública y que estaría dispuesto a retirarse de la política y entregar todo su patrimonio al Estado si alguien le prueba algún acto de corrupción en el ejercicio de sus funciones públicas.
Mejía admitió que su gobierno trabajó con la empresa brasileña Odebrecht, envuelta en un escándalo internacional y local por el pago de sobornos por US$92 millones a funcionarios públicos desde 2001 al 2014.
El exmandatario detalló que durante su gobierno (2000-2004) contrató con Odebrecht la construcción del acueducto de la Línea Noroeste y la presa de Pinalito, en Constanza. “Aunque ese proyecto no se ejecutó durante mi presidencia (Pinalito) considero imperativo explicar los pasos dados por mi gobierno para su formulación y búsqueda de financiamiento”, subrayó.
Dijo que se obtuvieron dos préstamos por US$101,460 millones con el Banco Nacional de Desarrollo y Social de Brasil, y el segundo por US$30,260,000 con el ABN AMRO Bank, de Holanda. “Eso significa que durante mi gobierno no se desembolsaron fondos para la Central Hidroeléctrica de Pinalito”, subrayó.
“No es la primera vez que, de manera irresponsable, se ha insinuado que he estado involucrado en actos de corrupción. Se me atribuyó la propiedad de la Finca Aguayo, del Proyecto de Mango de Fundación, en Baní y de la Finca Ganadera de YSURA, en Azua, entre otras. En todos esos casos, el tiempo demostró que tales aseveraciones eran infundadas”, agrego.
“Hoy, también de manera irresponsable, se dice que, en el caso de Odebrecht, podría haber actuado al margen de la ley, lo cual también es incierto”, señaló Mejía.
El exmandatario expresó que la “lucha contra la corrupción siempre ha sido parte fundamental de mis posiciones políticas”, y en ese sentido retó “a cualquier persona que, si puede demostrar de manera cierta y veraz, que en el ejercicio de mis funciones públicas o en mis actividades privadas, tanto mi esposa, mi hermana y mis hijos, como yo, cometimos algún acto de corrupción, estaría en disposición de retirarme de la vida política y entregar mi patrimonio al Estado”.
En su discurso, Mejía también sacó los casos de corrupción que se le atribuyen a los gobiernos del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), desde el 1996, cuando asumió las riendas del Estado por primera vez.
Mencionó que “los gobiernos del PLD se encargaron de destruir” el Consejo Estatal del Azúcar (CEA), la Corporación Dominicana de Electricidad (CDE), y la Corporación Dominicana de Empresas Estatales (CORDE).
De los más recientes, mencionó la compra de los aviones Super Tucano, OISOE e Inapa. En cambio, defendió la forma en que durante su gobierno enfrentó el colapso de varias entidades bancarias. “Me siento con la conciencia tranquila de que mi gobierno actuó con responsabilidad en el caso Baninter”, dijo.