Con solo tres días de test en Barcelona no se pueden sacar conclusiones precipitadas, ni para bien ni para mal, pero si algo se puede afirmar es que Ferrari ha sorprendido gratamente. La mayoría esperaba que fuera Red Bull el que aguantara el pulso a Mercedes y, de momento, son los italianos los que lo hacen. Raikkonen lideró el segundo día y Vettel se quedó muy cerca del W08 los otros dos, pero el alemán no se fía de lo que ocurre en pretemporada y, teniendo en cuenta los antecedentes, hace bien.
El año pasado la Scuderia despuntó en la primera semana de test acabando con el primer y tercer mejor puesto en los tiempos globales, pero luego no les sirvió de nada en un Mundial que terminaron con el casillero de victorias vacío. Por eso, Seb no se deja llevar: «Por lo que parece, el coche está funcionando, no hay grandes problemas en términos de fiabilidad. En términos de rendimiento es demasiado pronto para hablar, pero por lo que parece todavía tenemos que encontrar un trozo decente. Hay mucho trabajo por delante».
Sin embargo, el tetracampeón alemán a eso no le llama «ser prudente», sino «ser realista». «Sabemos que todavía no estamos donde queremos estar, tenemos un montón de cosas que hacer en nuestra lista de tareas en las que nos estamos enfocando ahora. Hemos tenido tres buenos tres primeros días, pero todavía tenemos que mejorar», dice aunque todo haya salido rodado hasta ahora y algunos expertos aseguren que el SF70H parece incluso más estable en el paso por curva que el W08.
Pero eso a Vettel no le sirve de nada porque solo «estamos al principio». Anticipa que todo el mundo mejorará mucho de aquí a que el 2017 empiece de verdad en Australia y ellos también deben hacerlo: «Necesitamos más downforce y estamos trabajando muy duro en eso. Creo que veremos grandes mejoras de todo el mundo al comienzo de la temporada y realmente durante todo el año. Así que todavía hay mucho trabajo por delante». Buenos tiempos, buen ritmo y buenos kilómetros, pero Seb quiere tenerlo todo atado.