Con el cielo soleado y la pista mojada artificialmente por camiones cisternas, el último día de la primera semana de test en Barcelona no iba a ser muy provechoso, pero en la pretemporada todo kilómetro que se suma resulta valioso para los equipos y los datos que deben analizar tan profundamente. Por eso, en Williams deben bastante mosqueados por no poder rodar hoy. ¿De quién es la culpa? Del único rookie que alberga la parrilla de 2017, Lance Stroll, de quien se puede decir que ha empezado con el pie izquierdo en el equipo de Grove.
El accidente que sufrió el canadiense ayer por la tarde, en el que empotró el FW40 contra la la curva 5, es el causante de que Williams sea baja. Los daños sufridos en la parte frontal del coche son demasiado graves y la escudería británica no ha podido repararlos a tiempo. Ese fue el tercer incidente de Stroll en dos días tras la salida de pista que tuvo por la mañana y el golpe con el que inauguró su primer día, por el que solo pudo rodar 12 vueltas. Por ello, decidieron darle otro día seguido y hacer esperar a Massa, que tendrá que hacerlo más de lo previsto.
«Tras una minuciosa inspección de la noche a la mañana, se descubrieron algunos daños en el chasis del FW40. Por lo tanto, por motivos de seguridad, el equipo no pondrá el coche en la pista hoy. Un segundo chasis se preparará en la pista esta tarde como estaba previsto originalmente, con el objetivo de estar de vuelta en la pista para la segunda semana de prueba a partir del martes 7 de marzo», informaba Williams poco antes de que el semáforo se pusiera en verde para dar comienzo a la jornada, aunque no para ellos…