Dominicana embarazada que recibió descarga eléctrica demandará a la Policía de Nueva York

NUEVA YORK. Dailene Rosario, una estudiante dominicana embarazada y de 17 años de edad que en medio de un incidente familiar por el control de un video juego, en el apartamento de la familia en El Bronx, recibió tres descargas eléctricas a manos de un policía con la pistola Taser, demandará al Departamento de Policía (NYPD) y a la ciudad por $5.5 millones de dólares.

Rosario, quien hizo el anuncio este jueves junto a su abogado Scott Rynecki, dijo que prepara la demanda por brutalidad policial y abuso de autoridad, después de ser víctima de las descargas, el 10 de este febrero, teniendo 14 semanas de embarazo.

La policía la acusó de resistirse al arresto y conducta desordenada, luego que numerosos agentes, incursionaron en el apartamento, alegando que habían ido a sofocar una pelea.

En realidad, se trataba de una discusión entre los novios de Rosario y el de su hermana, quienes se disputaban los controles del video juego.

Un video grabado en celular desde una ventana de un apartamento cercano por un vecino, revela las imágenes, en las que los policías van encima de Rosario, y ella les grita “¡quítateme de encima, quítateme de encima!” y a su novio advirtiendo a los oficiales, que está embarazada, pero los agentes no hicieron caso y continuaron dominándola, mientras la mujer caía al piso, donde el agente le hizo tres disparos con la pistola eléctrica. Pero los hizo a una distancia tan cerca, que las descargas no hicieron el efecto de adormecerla y neutralizarla y ella sufrió hematomas y heridas en un brazo.

El incidente ocurrió en el pasillo del edificio donde ella vive en la calle Wakefield de El Bronx. Se quejaba por el fuerte dolor, en tanto también les gritaba que está embarazada, pero los policías ejercían más presión sobre ella.

La policía, alega que respondió a llamadas al 911, reportando una supuesta pelea entre dos hombres, cuando una patrulla estaba en otro apartamento del edificio, resolviendo otro caso.

También la acusan de empujar a uno de los policías. Rosario, admitió que se resistió a ser detenida, porque no había hecho nada malo. Un borrador de la notificación de la demanda dice que los policías entraron ilegalmente y sin una orden judicial al apartamento, donde y asaltaron a Rosario.

El sargento no identificado del cuartel 47 que disparó las descargas, estaba a sólo dos pies de distancia de la mujer, en violación al protocolo del NYPD en esos casos.

La policía de Nueva York asesora a los oficiales para disparar la Taser a una distancia de entre 7 a 15 pies desde el objetivo, que facilita que los dardos estén lo suficientemente lejos el uno del otro, para crear una carga eléctrica que puede neutralizar el objetivo.

“Cuando me disparó con la Taser, sentía como si todo mi cuerpo estuviera en llamas”, dijo Rosario hablando con un reportero del NY Daily News el miércoles.

Ella dijo que el enfrentamiento de la policía se llevó a cabo después de que sus hermanos peleaban por un videojuego. Los oficiales que respondieron trataron de entrar en su apartamento a pesar de negarse a presentar una orden, explicó Rosario.

“No había ninguna necesidad de que pasara todo lo que pasó”, expresó ella, que estudia en la Facultad de Ciencias de la Vida en Manhattan.

“Yo ya estaba esposada cuando me dispararon con la Taser”, agregó. “Fue innecesario”.

La criatura en su vientre, no sufrió daños.

“Las acciones de los agentes de policía fueron claramente excesivas, en virtud de las circunstancias”, dijo el abogado de Rosario. “El uso de la Taser contra una mujer embarazada es peligroso e inadecuado”.

El borrador de la notificación de la reclamación identifica uno de los policías involucrados como la oficial Taralena Gerrato.

De acuerdo con la demanda, Gerrato la empujó contra un marco de la puerta después de que ella les dijo a los policías que no iba a hablar con ellos.

Rosario se dejó caer al suelo y se sentó en sus manos cuando los policías trataron de detenerla, según el reporte de Gerrato a sus superiores.

La Oficina de Asuntos Internos del NYPD dijo que el incidente sigue investigándose, pero un vocero de la uniformada, que declinó comentar sobre la notificación de la demanda.

Gerrato se incorporó a la policía de Nueva York hace dos años y a pesar de la acusación de Rosario, todavía está en servicio activo.

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