Por ing. Silvio Durán
La Crisis Global del Agua y el Saneamiento no solo afectan a República Dominicana, sino que afecta a todo el mundo por lo que según datos de la Organización Mundial de la Salud, de los 7,250 millones de habitantes de la población mundial: Más de 600 millones de habitantes no tienen acceso al Agua Potable. En el 2015 se estima que 2,400 millones de personas en todo el mundo no tienen acceso a instalaciones de saneamiento mejoradas. De ellas, 946 millones defecan al aire libre. Crisis mundial del agua La Crisis Global del Agua y el Saneamiento no solo afectan a República Dominicana, sino que afecta a todo el mundo por lo que según datos de la Organización Mundial de la Salud, de los 7,250 millones de habitantes de la población mundial: Más de 600 millones de habitantes no tienen acceso al Agua Potable. En el 2015 se estima que 2,400 millones de personas en todo el mundo no tienen acceso a instalaciones de saneamiento mejoradas. De ellas, 946 millones defecan al aire libre. “En este contexto, más allá de impulsar cambios políticos-institucionales y mejoras tecnológicas, se requiere un nuevo enfoque ético, basado en principios de sostenibilidad y equidad. Nos encontramos ante la necesidad de promover una “Nueva Cultura del Agua” que recupere, desde la modernidad, la vieja sabiduría de las culturas ancestrales basadas en la prudencia y en el respeto a la naturaleza”.
Como establece Pedro Arrojo de la Universidad de Zaragoza en su texto la Crisis Global del AGUA: Valores y Derechos en Juego plantea que “Deberíamos” mantener el paradigma de las culturas ancestrales de la “Madre naturaleza”, desde una visión mitificada de la madre como generadora y sostén de vida. Erradicar el espíritu renacentista que rompió este enfoque e introdujo el paradigma de forma un tanto brutal cuando afirmaba que la ciencia debía tratar a la naturaleza como hacía el Santo Oficio de la Inquisición con sus reos: torturándola hasta conseguir desvelar el último de sus secretos. Bajo esta lógica, y desde una confianza ciega en el desarrollo científico-técnico, se han conseguido, sin duda, importantes conquistas, que nadie cuestiona. Sin embargo, también se han provocado quiebras en el orden natural que derivan en costosas facturas, especialmente para los más pobres y para las generaciones futuras. El hecho de que más de 663 millones de personas no tengan acceso garantizado a agua potable conlleva a un número importante de muertes diarias, en su mayoría niños. La falta de saneamiento y el vertido directo de desechos urbanos e industriales al medio natural están detrás de esta tragedia. En muchos casos, la contaminación por metales pesados y otros tóxicos producen procesos progresivos de intoxicación, enfermedad e incluso muerte que no se registran en las estimaciones estadísticas y los fallecimientos por ingesta de aguas contaminadas. La crisis global del agua en el mundo no radica tanto en problemas propiamente de escasez, sino de calidad de las aguas disponibles.
De hecho, todas las comunidades se han asentado en las proximidades de un río, de una fuente natural o de un lago, o bien en lugares donde las aguas subterráneas son accesibles a través de pozos. El problema es que, desde nuestra insaciable e irresponsable ambición desarrollista, hemos degradado estos ecosistemas y acuíferos, produciendo graves problemas de salud en la población. Como ya se ha explicado, los problemas de insostenibilidad, pobreza y falta de democracia constituyen las raíces de la crisis global del agua en el mundo. En este contexto, la generalizada ineficiencia de los modelos tradicionales de gestión de aguas nos obliga a repensarlos. Pero para ello es preciso reflexionar previamente sobre los valores en juego y sobre las categorías éticas que deben ordenar prioridades y guiar criterios de gestión. El cambio climático y la degradación ambiental socavan el progreso logrado con los objetivos de desarrollo del milenio que mostraremos más adelante, y las personas pobres que son quienes más sufren. En el informe del 2015 sobre estos objetivos se muestra que, las emisiones de dióxido de carbono a nivel mundial se han incrementado en más de 50% desde 1990. Enfrentar el aumento sin freno de las emisiones de gases efecto invernadero y los posibles impactos resultantes del cambio climático, tales como la alteración de ecosistemas, las condiciones climáticas extremas y los riesgos a la sociedad, continúa siendo un desafío urgente y crítico para la comunidad global. Se estima que se han perdido 5.2 millones de hectáreas de bosques en el año 2010. La escasez de agua afecta el 40% de las personas en el mundo y se proyecta que esta cifra aumente. Los medios de vida de las personas pobres están más directamente vinculados a los recursos naturales, y como muchas veces viven en las zonas más vulnerables, son ellas quienes sufren más por la degradación ambiental. En el último informe, del 2015 de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, en el Objetivo 7: Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente, prácticamente se han eliminado las sustancias que agotan la capa de ozono desde 1990, y se espera que la capa de ozono se recupere a mediados de este siglo. Se eliminó el 98% de las sustancias que agotan la capa de ozono. Además, debido a que la mayoría de las sustancias que agotan la capa de ozono son también potentes gases que calientan el planeta, las reducciones logradas han servido para apoyar los esfuerzos encaminados a abordar el cambio climático mundial. Las áreas terrestres y marinas protegidas en muchas regiones han aumentado sustancialmente desde 1990. En América Latina y el Caribe, la cobertura de áreas terrestres protegidas aumentó de 8.8% a 23.4% entre 1990 y 2014. En el 2015, 91% de la población mundial utiliza una fuente de agua mejorada, en comparación al 76% en 1990. Desde 1990, de los 2,600 millones de personas que obtuvieron acceso a fuentes de agua potable mejorada, 1900 millones lo hicieron a través de agua potable suministrada por cañería hasta su propio hogar. Más de la mitad de la población mundial (58%) ahora disfruta de este nivel más alto de servicio. La meta mundial de los ODM relativa al agua potable (que el 88% de la población tuviera acceso a fuentes mejoradas para 2015) se alcanzó y superó en 2010. Más de 600 millones es el total de personas sin acceso a agua potable mejorada en todo el mundo (por primera vez la cifra baja de los 700 millones). En todo el mundo, 147 países han cumplido con la meta del acceso a un fuente de agua potable, 95 países han alcanzado la meta de saneamiento y 77 países han cumplido ambas. A nivel mundial 2,100 millones de personas han obtenido acceso a saneamiento mejorado. El porcentaje de personas que defecan al aire libre se han reducido a casi la mitad desde 1990. La meta de los ODM exigía reducir a la mitad la proporción de la población sin saneamiento básico, y por tanto ampliar el acceso, que pasaría del 54% al 77% de la población mundial. La proporción de la población urbana que vive en barrios marginales en las regiones en desarrollo bajo de aproximadamente 39.4% en el 2000, a 29.7% en 2014. Como prometí que sería optimista, aunque las metas esperadas son fundamentales, solo me importa, en este caso, cuanto se ha avanzado. Vemos que realmente estamos logrando cambiar para bien muchos de los indicadores sobre las necesidades fundamentales de la población mundial, aunque no sea a la velocidad que originalmente habíamos planificado y quisiéramos. Esto evita la contaminación ambiental. Propongo que entendamos estos primeros 15 años como una fase preliminar, un ensayo para saber qué tipo y cuales ajustes hacer, pensémosla como una fase de calibración. Veamos el futuro con optimismo. Pero, a pesar del optimismo que tengo, no quiero dejar de decir, que una de las estrategias para lograr los objetivos que se debe mejorar, en mi opinión, es la estrategia de comunicación, estamos manejando este tema, como un tema de ELITE, de “intelectuales del medio ambiente”. Aunque todos seriamos beneficiarlos de los logros en general, no se está involucrando a todos. Como es posible (asombro), que un amigo pregunta a su hijo de 17 años que cursa e primer cuatrimestre de la universidad, niño muy responsable y aplicado, ¿Te han hablado de los objetivos de desarrollo del milenio en la escuela o en la universidad?, y el niño le responda: ¿Qué es eso papi? Debemos mejorar la comunicación. Pudiéramos decir que muchas de las acciones no pudieron lograrse, sin embargo, yo digo, que hay esperanzas. Puesto que las inobservancias de los objetivos de Desarrollo del milenio 2000-2015, ahora fueron tomadas en cuenta, en los objetivos de desarrollo sostenible 2015-2030. Podemos apreciar que en la fase que llame de calibración, los objetivos eran 8, no obstante, por la experiencia lograda en estos 15 años, los objetivos de desarrollo sostenible son 17. Claro, no es que creemos que es un simple asunto de aumentar el número, no, Dios me libre. Es la importancia de los objetivos que se agregaron. Podemos destacar que de los 17 objetivos, 4 corresponden al caso que nos ocupa hoy, al agua y cambio climático. Es decir, se incluye: Objetivo 6: Garantizar la disponibilidad del agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos. Objetivo 13: Adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos, reconociendo que la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático es el principal foto intergubernamental internacional para negociar la respuesta mundial al cambio climático. Objetivo 14: Conservar y utilizar en forma sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible. Objetivo 15: Proteger, restablecer y promover el uso sostenible de los ecosistemas terrestres, gestionar los bosques de forma sostenible, luchar con la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras y poner freno a la perdida de la diversidad biológica. No obstante, 4 de los 17 objetivos, consideren el tema Agua y Cambio Climático, el simple hecho de haber cambiado el nombre a Objetivos de Desarrollo Sustentable, considera que todos los ejes deberán trabajarse de manera íntegra, es decir, que se deberán trabajar de manera Holística, por lo que, se considera que una u otra manera el agua y cambio climático en los 17 objetivos, es decir el eje medioambiental se deberá en todo momento enlazara con el eje social en procura de un planeta vivible y con la interacción de los tres tendremos un desarrollo sostenible. La empresa de Agua que tomamos como modelo, CORAASAN, también Ha realizado algunos aportes. CORAASAN es responsable de suplir los servicios de agua potable y saneamiento a una población que supera el 1,000,000 de habitantes dominicanos más la población de extranjeros, principalmente hermanos haitianos, que viven en nuestros barrios y campos. La empresa de agua CORAASAN se empeña en orientar a las comunidades a través del departamento de Gestión Comunitaria. Es un departamento de la estructura organización de CORAASAN, creado para solucionar las atenciones directas e inmediatas generados por los lideres comunicatorios, en aras de mejorar la calidad de vida de las comunidades más necesitadas. Está constituido por un equipo de hombres y mujeres con una gran vocación de servicio. A través de sus dependencias: asistencia social, cultura del agua y Agua Pal Pueblo, se busca hacer contacto con gente y educarlos sobre el uso y concientización de agua. Sin embargo, en CORAASAN no se escapan de los efectos del cambio climático, que en su caso se ha traducido en sequía, con lo cual les generó una crisis por escases en la Temporada Ciclónica. En las aguas del Océano Atlántico, del Mar Caribe y del Golfo de México se ha establecido como Temporada Ciclónica el período comprendido entre el 1 de Junio hasta el 30 de Noviembre de cada año. Pese a que en este tiempo tienden aumentar las lluvias, el 2014 fue un año de crisis de agua, por lo que los embalses de la Presa Tavera-Bao que suministran agua a la planta de la Noriega no completaron su capacidad, lo que provoco graves problemas a los agricultores de toda la línea noroeste y el aumento de las quejas de clientes. Como parte de las medidas de mitigación CORAASAN con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo está trabajando en la elaboración de su Plan de Desarrollo Estratégico de Agua Potable, con lo cual se atacara uno de los problemas más grave que aqueja a la empresa en el suministro de agua que son las pérdidas. Estas pueden ser físicas, comerciales y aparentes. Las comerciales son las más críticas, debido a que van ligadas a la pobreza en vista de que los ingresos familiares están por debajo de sus gastos para pagar sus necesidades. Un ejemplo claro, es que en CORAASAN las pérdidas son de un 70% y para que un Acueducto sea eficiente, estas deben estar por debajo de un 50%, en regiones como la nuestra. A través de la evolución de las inversiones que ha venido haciendo el gobierno central en los últimos años, se han contribuido con la disminución de la contaminación y con el consecuente efecto de producción de gases de efecto invernadero que provocan las aguas residuales. En estos últimos años transcurridos, es el período de la historia de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santiago, CORAASAN, que se ha ejecutado el mayor número de proyectos de inversión para mejora y expansión de los Sistemas de Agua Potable y Saneamiento, así como también, para la mejora de las condiciones de trabajo de su capital humano.