Siempre se habla de la mistica de Senna, de lo diferente que era. Pat Symonds estuvo en Toleman con el brasileño, equipo del que dice tenían un gran chasis, y ya entonces vio la clase de tipo que tenía enfrente.
«Con Ayrton fue la primera vez que vi que había algo diferente en un deportista de elite, está claro que tenía talento, pero era más que eso, era la primera vez que tenía un piloto que no necesitaba usar todo su cerebro para conducir, tenía mucha capacidad para pensar en lo que pasaba”, destaca.
Y cuanta sus fortalezas: “Ayrton podía decirte cual era la temperatura del agua, cuales las revoluciones en cada curva, mientras el resto quizá no podían ni en la recta». Y matiza sus debilidades: “No era perfecto, por ejemplo no podía hacer una distancia de gran premio completa al máximo en esos momentos, pero sí recuerdo su increíble precisión”.