En el asfalto, defiende el color azul energético con todo lo que le permite su talento, pero si hablamos de fútbol, solo hay un color para Carlos Sainz, el blanco. El piloto de Toro Rosso es un acérrimo seguido del Real Madrid, como su padre y como su amigo Fernando Alonso, y ahora que todavía no ha empezado la pretemporada de Fórmula 1 (lo hará el próximo 27 de febrero en Barcelona) aprovecha para visitar el Santiago Bernabéu y una de las estancias más restringidas del coliseo blando: el vestuario del equipo de Zidane.
«¡Visitilla ‘de estranjis’ a los vesturios del Real Madrid! Creo que ya sabeis cual es mi favorito… Suerte esta noche Sergio Ramos», escribía Sainz en ‘Twitter’ junto a una foto en la que aparece frente a la taquilla del capitán ataviado con su camiseta. Una suerte que se concretó en el triunfo blanco por 3-1 ante el PSG pese a que Ramos tuvo que ser sustituido en el segundo tiempo por un golpe en la cadera. A Carlos no le gusta cuando un jugador de su equipo no corre, seguro que ayer no tuvo queja.