Sainz: "Hamilton es 'el Messi' de la F1 y 'el Cristiano', Alonso"

Será su tercer año en la Fórmula 1. Ya es uno de los habituales de la parrilla, ya es un deportista de élite referencia para muchos en España y más allá, ya es el futuro hecho presente. Cada día que pasa Carlos Sainz avanza un paso más hacia el gran objetivo, se construye un nombre por sí mismo, gana en influencia y cada vez son más los que quieren conocerle, los que quieren saber de él. Por eso, su invierno está plagado de entrevistas y apariciones públicas entre jornadas agotadoras de entrenamiento. La pasada noche, en ‘Onda Cero’.

«Estoy convencido de que voy a darlo todo para ser campeón algún día, pero de ahí a serlo hay un paso». Objetivo claro, realidad todavía más para empezar una profunda entrevista en la que repasa todo, empezando por sus ídolos. Alonso, claro: «Sigue siendo la referencia, lo dice todo el mundo. Y si no es él, a nivel de talento, Hamilton». Pero hay alguien más, por encima. «A mi padre le admiro más que a Fernando porque conozco su historia y todo lo que le ha costado desde pequeñito». Son sus dos referencias, dos carreras «muy parecidas».

«Creo que va a conseguir su tercer mundial… si le dejo», dice entre risas sobre su amigo, al que no le pierde la fe porque le demuestra cada vez que se cruzan en la pista que «es perro viejo y se lo sabe todo». Por eso, «el Messi’ de la F1 sería Hamilton y ‘el Cristiano’ se lo pondría a Alonso, pero no se quiere tanto como Cristiano». Aunque si hablamos de la historia y todo lo que ha visto: «Yo creo que el mejor ha sido Senna, el piloto con más talento. Tenía ese punto extra, un carisma…». Como buen «friki de la F1», le han cautivado todos los vídeos de Ayrton.

Saliendo de su deporte, tampoco elige mal a sus referentes. «Un deportista al que admiro es Rafa Nadal. Para mí es el ejemplo perfecto de deportista, de persona, de todo», dice con una admiración que no le cabe en la boca. De hecho, le prefiere antes que a su padre en algunos aspectos… «Nadal sería mejor presidente del Madrid que mi padre, que no lo haría mal, pero prefiero que se concentre en lo suyo», elige a colación de las declaraciones del manacorí en las que reconocía que presidir el equipo de su vida sería un sueño.

Pero su mundo es la F1, lo que le ocupa la cabeza y el cuerpo casi el cien por cien de su tiempo. «He ganado entre tres y cuatro kilos de masa muscular de puro machaque de gimnasio», señala sobre una preparación medida al milímetro y sufrida al segundo. Todo para hacer un año lo más perfecto posible y subir de nivel en 2018: «Si hago un buen año, me puedo llegar a ver en un equipo grande, pero ahora es muy complicado decirlo». Es pronto para asegurar nada, hay que lucharlo en la pista. Como su gran objetivo. Uno posible. Uno real.

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