Muguruza: "Estamos listas; no hay nadie invencible"

¿Cuesta mucho cambiar el chip del circuito a la Copa Federación?

—-No. Siempre lo cojo con ganas, sinceramente. Es muy divertido. Hacemos todas piña y no me supone ningún esfuerzo.

¿Qué le gusta de esta competición? No se le da nada mal… Lleva un 6-0 en individuales desde que debutó en 2015.

—Estamos acostumbradas a estar solas durante el año, el tenis es un deporte muy individual y aquí haces todo lo contrario. Compartes historietas y anécdotas y se hace equipo.

Incluso tienen a la hija de María José Martínez, de dos añitos, acompañándolas allí en Ostrava…

—-¡Es muy graciosa! Nos alegra todas las cenas y los almuerzos.

¿Afecta mucho la baja de Carla Suárez?

—-Es una ausencia muy importante, ha sido triste. Es una lesión fastidiosa en el hombro que no le permite sacar bien. Pero por suerte hay otras jugadoras que pueden hacer un buen papel.

La República Checa es un equipo fortísimo. ¿Cómo se le puede ganar?

—Es la primera ronda más difícil que nos podía tocar, porque han ganado cinco de las seis últimas ediciones. Estamos preparadas. Son batibles. No hay nadie invencible, pero se tienen que dar dos cosas: jugar muy bien y que no alcancen el gran nivel de otros años.

Si va bien, se puede ver en la tesitura de disputar tres partidos, también el dobles…

—¡No me importa, para eso estoy aquí!

¿La baja de Petra Kvitova les debilita mucho?

—-No. Tienen varias jugadoras que podrían actuar como número uno y apenas se notará su ausencia.

Abre la eliminatoria contra Barbora Strycova. Domina el cara a cara por 2-1, pero la última vez perdió usted en Australia…

—Fue un partido muy duro y espero una rival difícil. Igual que el domingo.

Juegan en un pabellón con una pista de hielo debajo, la del reciente Europeo de Patinaje que ganó Javier Fernández. ¿Se nota?

—-¡Sí, hace fresquillo! Es curioso, pero la pista está bien. No afecta al juego.

Da la impresión de que ha vuelto el ‘buen rollo’ a la Copa Davis y la Copa Federación en España ¿Tiene mucho que ver Conchita en eso?

—Es una capitana muy buena y está sabiendo lidiar con los chicos y las chicas en dos semanas. Todos estamos contentos con que siguiera.

¿Siguió la eliminatoria de la Davis en Croacia? ¿Les puede inspirar ese espíritu de equipo que acabó en remontada?

—Estas competiciones son así. Todos los puntos cuentan. Nunca se puede dar por perdida una eliminatoria y hay que luchar hasta el último punto.

Es la vuelta con España tras los Juegos. ¿Disfrutó de esa experiencia?

—-Sí, aprendí mucho. Tuve los ojos muy abiertos y me encantaría estar en otros. Sentí que el tenis es un deporte de élite, con un circuito privado con torneos fantásticos que nos tienen todo el año entre algodones.

¿Le supo mal no poder jugar finalmente con Rafa Nadal? Él apostó a todo y al final…

—Fue una lástima, porque sonaba muy bien. Era muy difícil jugar las tres modalidades, casi imposible como está montado.

Han pasado ya dos semanas desde que finalizó el Abierto de Australia. ¿Con qué sensación se fue de Melbourne?

—Tuve muy, muy buenos partidos. Duros. Y eso me va a ayudar en la Copa Federación y los siguientes torneos. Me fui contenta.

¿Ya están olvidados los problemas en el aductor?

—No he vuelto a sentir nada extraño. Así que estoy a tope. Siempre tenemos alguna molestia y el dolor forma parte a veces de nuestra batalla. Una se acostumbra.

Trabajó mucho el plano físico en pretemporada. ¿Se ve más fuerte? ¿Está realmente más fuerte?

—-Sí que he notado mejoría. Durante el año, compites con las mejores y son todas unas bestias, así que necesito estar al cien por cien para poder se competitiva. La verdad es que he podido descansar un poco tras la gira de Australia y he seguido trabajando algunas cosas en el gimnasio.

¿Ha aprendido ya a ser menos crítica consigo misma? Da la impresión de que se autoexige demasiado a veces. Al final de la pasada temporada se atascaba…

—Todavía sigo luchando contra eso, porque forma parte de mi carácter. Pero el tiempo te hace aprender. Poco a poco voy mejorando.

Fuente