Carlos Moyá, finalista en Australia en 1997, vivió esta vez el partido decisivo como entrenador, en el equipo de Nadal, al que se incorporó en diciembre. “Es una derrota dura, pero hay que estar contentos con el nivel general de Rafa. Cuando se le pase un poco lo de hoy (por ayer) y pueda mirar hacia atrás, verá que ha ganado muy buenos partidos, que ha recuperado su mejor nivel y que está en el mejor camino”, evaluó.
“Fue una dura batalla física y mental, y Rafa no se había recuperado tan bien como esperábamos de la semifinal contra Dimitrov”, dijo.