Los encantos de Toledo; ciudad de las tres Culturas en España

Su puesta del sol es un espectáculo de luces y sombras

Por Nelson Pralta

TOLEDO, España.-La ciudad de Toledo tiene un encanto especial en comparación con las demás, que también cuentan con gran atractivo para el visitante. Llegar a este centro histórico a la puesta del sol, es un espectáculo de luces y sombras que produce una sinfonía de colores.

Ver una imagen de armadura del Quijote de la Mancha y en ocasiones de Sancho Panza, hace recordar los tiempos de la clase de literatura del bachillerato.

Y, es que, Toledo se asienta en una colina que, con la imponente mole del Alcázar, desciende hasta la ribera del río Tajo.

En la historia de este pueblo, se resalta que allí convivieron durante siglos musulmanes, judíos y cristianos, cuyo legado múltiple es aún perceptible donde quiera que se mire, desde sus monumentos a sus delicias gastronómicas.

Es a ese episodio de la vida de esta ciudad que  Toledo es llamada desde entonces la Ciudad de las Tres Culturas,  capas de historia superpuestas han convertido a la actual capital manchega en un enclave de patrimonio impresionante.

Recorrer las calles angostas de Toledo en medio de monumentos culturales y religiosos es darse un baño del legado judío, musulmanes y cristianos que construyeron  ese patrimonio en más de 500 años de presencia.

La entrada principal a Toledo, es Puerta de Bisagra, de origen medieval ampliada en estilo renacentista de 1550,  desde ahí comienza el recorrido de los callejones empinados del centro que conducen entre hileras de casas bajas y piedras saturadas de historia.

En ese trayecto puedes encontrar vestigios de las tres culturas, como mezquitas, sinagogas e iglesias que  conviven apenas a unos pasos, pero es también muy llamativo las influencias artísticas que legaron sus distintas confesiones.

Uno de estos ejemplos es la sinagoga del Tránsito, que se erige en un silencioso pasadizo de la Judería toledana, cerca de la casa en la que El Greco vivió desde 1585 hasta su muerte en 1614.

Aunque por su nave única la sinagoga podría parecer una capilla cristiana, en la decoración sigue los preceptos judíos que prohíben las representaciones humanas, y las sustituye por motivos vegetales.

A poca distancia por la calle de los Reyes Católicos, aparece la sinagoga de Santa María la Blanca que vivió una historia parecida. Creada en el siglo XII con cinco naves separadas por arcos de herradura, también fue convertida en iglesia.

Cierra este triángulo artístico la mezquita del Cristo de la Luz, situada en el norte de la ciudad frente a la Puerta del Sol. Se trata de una preciosa edificación islámica del año 980 (cristiana desde el siglo XIII) que, tras una remodelación reciente, acoge un museo con vestigios que se remontan a la época de la romana Toletum (siglo II).

Los guías que recorren con los visitantes esta ciudad, aseguran que Toledo es el resumen más completo e importante de la Historia de España y un museo permanente de arquitectura, como se puede contemplar en sus más de cien monumentos, aparte de numerosos edificios de valor patrimonial y por eso y su histórica influencia en el mundo, fue declarada en 1986, Ciudad Patrimonio de la Humanidad.

Se recuerda que  en 1940, la Ciudad de Toledo, junto con Santiago de Compostela, fue declarada “Monumento histórico-artístico nacional” por el Estado español, no solo por su zona monumental, sino también por sus valores paisajísticos: La Vega romana e islámica y el paisaje de sus Cigarrales.

El nombre  romano de esta ciudad es Toletum que  entra en la Historia a finales del siglo II antes de Cristo, por la conquista romana de la ciudad carpetana, a la que fueron dotando de gran infraestructura.

Pero más tarde fue declarada “Ciudad Regia”  en la época visigoda por el rey Leovigildo (siglo VI d. de C.), después “Ciudad de las Tres Culturas”, en la época del rey Alfonso X, el Sabio, ya en elsiglo XIII, con su Escuela de Traductores, cuando fue reconocida capitaleuropea de la cultura y puente de intercambio entre Oriente y Europa.

Posteriormente, fue “Ciudad Imperial” en el reinado de Carlos I de España y V de Alemania, y por todo ello es universalmente conocida, además de por su contribución a la historia y a la cultura.