Es alemán, de Berlín, allí nació en 1960. Y desde el martes 24 de enero de 2016 su nombre y apellidos van estrechamente unidos a la Fórmula 1. Hablamos de Sean Bratches, nuevo director general de Operaciones Comerciales del campeonato. Una pieza más en ese puzle (con Chase Carey al frente y Ross Brawn de director deportivo) en el que ya no está Bernie Ecclestone y que pretende ordenar una Fórmula 1 más moderna y más fácil de entender para los aficionados
¿Pero qué sabemos de Sean Bratches? ¿Por qué ha apostado por él los responsables de Liberty Media, los nuevos jefes de la Fórmula 1? Un nombre nos sale al encuentro: ESPN. Porque ha sido allí, en el gigante de la televisión deportiva estadounidense, donde Bratches, licenciado en Rochester Institute of Technology, ha crecido profesionalmente. Llegó a la empresa en octubre de 1988 y, escalón a escalón, ha ascendido hasta llegar en 2005 al puesto de vicepresidente ejecutivo de Ventas y Marketing.En 2015 dejó el cargo. “Estoy muy emocionado de unirme a la Fórmula 1 y contribuir al crecimiento de esta extraordinaria marca global y deporte. La F1 es uno de los pocos deportes auténticamente globales de primer nivel y me siento animado por las oportunidades para crecer en materia de negocio, trabajando con patrocinadores actuales y futuros, circuitos, titulares de derechos televisivos», afirma Bratches en el comunicado con el que aterriza en la F1.
Global. Esa es otra palabra clave, porque en los últimos tiempos esa era la pretensión del campeonato: llegar a más países, dejar de estar anclado a la Vieja Europa. Y a través de una apuesta digital a la que era reacio Ecclestone. Hay que multiplicar los recursos, como en su día hizo Sean en una empresa matriz, ESPN Inc., que pertenece a la ABC y esta a su vez a The Walt Disney Company. Una dentro de otra, como esas muñecas rusas, las matrioskas. Del mismo modo los tentáculos de ESPN fueron alargándose: ESPN2, ESPN Classic, ESPNEWS, ESPN SEC Network… Un conglomerado empresario desde el que ahora llega Bratches a la F1. «Debemos crear una nueva generación digital de experiencias y así poder servir mejor a los aficionados a la Fórmula 1», dice Bratches. La F1 de la era moderna ha empezado.