Daniel Evans, número 51 del mundo, está siendo una de las revelaciones del Abierto de Australia a sus 26 años. El británico, nacido en Birmingham, eliminó en segunda ronda al 7º del mundo, el croata Marin Cilic, y este miércoles ha dejado el cuadro masculino sin australianos tras ganar en tres sets a Bernard Tomic (26º): 7-5, 7-6 (2) y 7-6 (3). Ningún representante local ha pasado a tercera ronda, un fracaso para el país organizador de este Gran Slam, que no ve ganar en Melbourne a un compatriota desde 1976 (Mark Edmondson). Y eso que Australia es la nación que más títulos suma (44).
Lo curioso de Evans es que está protagonizando sus machadas sin patrocinador y costeándose su propia vestimenta. La web nzherald.co.nz cuenta la historia. Juega con una camiseta que cuesta 22 dólares australianos, unos 15 euros. Fue despedido recientemente por Nike y para jugar en Melbourne se compró el fin de semana pasado 18 camisetas de la marca Uniqlo. Mientras, sus rivales tienen contratos millonarios con diferentes compañías: Cilic, con Fila, igual que el argentino Facundo Bagnis (65º), al que Evans ganó en primera ronda; y Tomic, precisamente Nike, la empresa que ha decidido no seguir esponsorizando a Evans, profesional desde 2006 y que aún no se ha estrenado en cuanto a títulos ATP.
En octavos le espera Jo-Wilfred Tsonga. El francés, cómodamente equipado por Adidas, estará un poquito inquieto tras ver la irrupción de este tenista de equipación genérica. Puede que ahora le lluevan ofertas.