Son dos de los de los referentes más importantes que tiene el automovilismo español, uno lo lleva siendo desde hace décadas y otro está comenzando a serlo, y lo extraordinario es que son padre e hijo. Son los Sainz. Los dos Carlos estuvieron visitando ‘El Larguero’ de la ‘Cadena SER’, o más bien, les visitaron a ellos porque el programa se hizo desde su conocido circuito de karts en Madrid. En la larga conversación con el piloto de Peugeot en el Dakar y con el de Toro Rosso en la F1, en compañía de otro grande como Pedro de la Rosa, hablaron de todo.
Empezamos por lo que concierne al Sainz más joven y a su «año más determinante» como bien dice Pedro. «Ahora es de los días que más cansado estoy. Llevo tres semanas entrenando. Tengo que dar un paso en la forma física. Hoy (por ayer) he hecho natación y dos horas de kárting a 180 pulsaciones en las que he quemado 1.000 calorías», cuenta sobre la paliza que se está dando para estar a la altura de la exigencia que promete una nueva F1 que «tiene buena pinta»: «Nos va a gustar. El diseño del coche me ha gustado mucho, es un F1 de verdad».
Pero antes de centrarse en el futuro, hay que hablar del pasado más cercano: «Sí, hubo una opción muy clara de Renault en junio/julio, pero era muy pronto y a Red Bull no le hacía nada de gracia». Y, aunque de Mercedes «no hubo oferta», según cuenta su padre, está «encantado de haber sido mencionado como posible, pero es agua pasada». Eso sí tiene claro que «hasta que no esté en posición de luchar por ser campeón no voy a parar». Su progenitor cree que tiene «talento y actitud para serlo», pero también que «es una frivolidad hablar de eso ahora».
Debe subir de nivel en 2018 y para eso ha de centrarse en hacer otro gran año. Eso le aconseja su padre, que no guarda rencor a Red Bull por haberle cerrado todas las puertas: «Les estamos dejando como los malos y nada de eso, les debemos mucho. Lo más importante es centrarse en 2017». Y qué espera el piloto de F1 de 2017. Él está decidido a mejorar su 2016, pero cómo ve el resto del panorama: «Mercedes es la referencia, Red Bull ya veremos. La lógica dice que McLaren debería dar el salto para luchar con Ferrari si no han avanzado mucho».
Alonso y el Dakar
En el equipo de Woking está el culpable de que hoy forme parte de la parrilla del Mundial. «Papá quiero ser como Alonso de mayor», dijo con 10 años, y hoy pelea contra él: «Cuando lucho con Fernando no pienso que es él, si lo hago flaquearía». Se pasaron la mayor parte de 2016 corriendo juntos, dando exhibiciones como la de Austin y con único un momento en el que saltaron algunas chispas. «Que después de todo un año luchando solo hubiera cierta tensión en México, me parece una evidencia del respeto que se tienen», dice Sainz padre.
Y nos quedamos con él, con la leyenda de rallys y su paso por el Dakar. «Ya he pasado página. La imagen quizá sea más espectacular de lo que fue. Sigo convencido de que el coche se podía reparar y por eso quería seguir. Me dio mucha rabia porque no iba arriesgando nada. Fue un error mío, pensaba que la carretera era más recta», cuenta sobre su accidente. Aún no sabe si repetirá en 2018, pero su hijo cree «que sigue siendo el más rápido». «Lo que admiro de él es que aún tiene el fuego dentro», dice De la Rosa. Los dos Sainz lo tienen, por eso son especiales.