Ozzie Guillén: “Los grandeligas no deben jugar en Venezuela”


El mánager de los Tiburones de La Guaira cree que es un riesgo para la carrera de los jugadores
CARACAS.- Ozzie Guillén sabe que una lesión en la pelota invernal puede costarle caro a una estrella de Grandes Ligas, y por eso el exjugador y manager opinó que los peloteros de las mayores no deben regresar a su país natal para participar en la liga local.  
 
Incluso aunque el propio Guillén dirija en Venezuela.  
 
Figuras como Félix Hernández (Marineros de Seattle) y Alcides Escobar (Reales de Kansas City) jugaron esta temporada en la liga venezolana, en la que Guillén llevó las riendas de los Tiburones de La Guaira hasta su eliminación el martes en las semifinales del torneo.   
  «Un pelotero de estos se llega a lesionar y no va a venir un fanático, no va a venir un dueño (de equipo venezolano), no va a venir ninguno a darle los miles de dólares que se ganan, los millones de dólares que ganan» en Estados Unidos, indicó Guillén, enfatizando que en repetidas ocasiones ha advertido a muchos peloteros que lo mejor es no jugar en su país natal.  
  «Sinceramente, le agradecemos que ellos sean parte de la liga, pero personalmente yo creo que ningún pelotero de Grandes Ligas debería jugar aquí», sentenció.  
 
Como suele hacer, Guillén no se guardó ninguna opinión al hablar con The Associated Press en el Estadio Universitario de Caracas al final de su primera temporada como manager en Venezuela, y en su regreso a los dugouts después de una aciaga _y única_ campaña con los Marlins de Miami en 2012.  
 
El manager que condujo a los Medias Blancas de Chicago al campeonato de la Serie Mundial en 2005 reconoce que fácilmente podría estar disfrutando con su tiempo libre y su afición por acudir a plazas de toros en España y Colombia.  
 
También insiste que no tomó las riendas de los Tiburones con el fin de tratar de volver a las mayores en Norteamérica. Más bien, asegura que tenía una deuda con Venezuela y su torneo profesional.  
  «Están diciendo que yo vine para acá para ver si me dan trabajo en las Grandes Ligas», expresó. « Yo vine para acá porque quiero estar aquí, me gusta estar aquí… por más nada».  
 
«Esto no es por la plata, no. Es por la pasión que tiene uno por esto. Tú crees que Escobar va a querer estar montado en un autobús a las cuatro de la mañana» para viajar «de aquí a Puerto La Cruz», sede de los Caribes de Anzoátegui, un recorrido de unos 350 kilómetros de carretera en muy mal estado.  
 
Guillén, que el viernes cumple 53 años, se venía desempeñando como analista de la cadena ESPN Deportes, lo que lo obligó a realizar una pausa como timonel para cumplir compromisos laborales durante el desarrollo de la pasada Serie Mundial.  
 
Los propietarios de los Tiburones no dejaron pasar la oportunidad de firmar al más afamado jugador que vistió durante 13 campañas la camiseta de ese equipo. Los condujo hasta las semifinales, donde fueron eliminados por los Cardenales de Lara.  
 
Guillén afirma que lo hizo únicamente por darse el gusto de dirigir en el país al equipo de sus amores, que levantó su último título en enero de 1985.  
 
El Novato del Año de la Liga Americana de 1985 estuvo al mando de los Medias Blancas entre 2004 y 2011. Fue elegido como el Manager del Año de la Liga Americana en 2005, la temporada en la que el equipo ganó su primera Serie Mundial desde 1917.  
 
Nueve campañas en las mayores, donde acumuló 747 victorias y 710 derrotas, no le facilitaron las cosas para dirigir en Venezuela. Guillén reconoció que esa responsabilidad en su país es «bastante estresante» y entraña una serie de retos a los que rara vez se enfrenta un manager de Grandes Ligas.  
  Uno de esos retos es la obligación de hacer «un roster semanal» durante la temporada, «para mí eso es más difícil que tener un solo» listado de jugadores desde el comienzo de la campaña, resaltó.  
 
Tras esta experiencia como manager, Guillen afirma que confirmó su visión que el béisbol venezolano está más robusto que nunca.  
 
Descartó que la calidad y el número de jugadores que exporta Venezuela se vea afectada por la crisis, ni por el hecho que en años recientes la mayoría de los equipos de las mayores han cerrado sus academias en ese país.  
 
Al hablar sobre la posibilidad de volver como manager en la próxima temporada, Guillén afirmó que esa decisión la tomará en consenso con su esposa Ibis Cárdenas, con quien contrajo matrimonio en 1981, justo en el año que debutó con los Tiburones.  
 
«Yo no tengo vergüenza de decir que hay que preguntarle a las mujeres, por eso es que en mi casa hay respeto», comentó el manager, quien dice que ha sido la clave de 33 años de «feliz matrimonio» y de la buena relación que tienen con sus tres hijos.   
 
 

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