Andy Murray avanzó a lo grande a tercera ronda. En tres sets y con más facilidad de la que encontró en primera ante el ucraniano Illya Marchenko, el británico se impuso al ruso Andrey Rublev por 6-3, 6-0 y 6-2. Ganó por la vía rápida, como antes habían hecho Federer y ayer Rafa Nadal y su rival por el número uno Novak Djokovic. Pero antes de levantar los brazos para celebrar su victoria, Murray se llevó un buen susto. Con 2-1 en la tercera manga y 40-15 a favor, se torció el tobillo derecho al ejecutar un resto. Inmediatamente se lanzó al suelo y con gestos de fuerte dolor se agarró el pie tras soltar la raqueta. «No es muy serio. He podido moverme bien, sin muchos problemas», dijo el líder del ránking al final del encuentro, aún en caliente. Pero lo cierto es que el gesto dejó helados a los espectadores y preocupado a su equipo técnico.
Afortunadamente, Murray, muy superior, se rehizo y encontró poca oposición en Rublev (156º), que venía de la ronda de clasificación y que mostró buenas maneras. El viernes se medirá al estadounidense Sam Querrey (31º), verdugo del local con ascendencia española Alex de Miñaur.